nanjing. La selección española femenina de balonmano buscará hoy (9.30 hora española/Teledeporte) dar un paso más en la historia y lograr la medalla de bronce en la final de consolación del Mundial de China, para lo que deberá superar a su particular bestia negra del último curso, Noruega, vigente campeona olímpica y continental.
Ambos conjuntos cayeron derrotados en sus particulares cruces de semifiales ante los combinados francés (27-23) y ruso (28-20), respectivamente, por lo que la nueva cita servirá para que las de Jorge Dueñas recuperen la autoestima y las señas de identidad que les han llevado a disputar las medallas por primera vez en un concurso internacional, dado que su mejor comparecencia hasta la fecha fue un quinto lugar en el Mundial de Croacia de 2003.
Para ello, el equipo español, con la alavesa Eli Pinedo conjurada para mejorar su actuación de los dos últimos encuentros, se encomendará al momento por el que pasa, que es el mejor de su historia. Acumula prácticamente 365 días sumando éxitos y superando obstáculos hasta que se topan con el bloque nórdico, que disfruta de un parcial de cuatro victorias de otros tantos envites sobre las españolas.
El más doloroso de los enfrentamientos directos se produjo en la final del pasado Europeo de Skopje de 2008, en el que las escandinavas apabullaron (34-21) a la Roja. Aunque el más reciente fue el pasado martes, correspondiente a la segunda fase, y en el que se repitió el guión al caer (27-24).
No obstante, el balance de sensaciones de las españolas en este último precedente fue muy distinto al acontecido en los Balcanes hace un año. Tras una primera parte perfecta (8-14), las de Jorge Dueñas acabaron estrellándose con la dura defensa rival, que apenas dejó resquicios y que levantó el encuentro ante la necesidad de una victoria que sellara su clasificación a las semifinales.
Para superar el nuevo listón fijado que le permita subir al cajón y tomarse su particular vendetta, la actual subcampeona continental deberá superar el bloqueo mental de los dos últimos partidos, y tener paciencia para encontrar resquicios en la defensa noruega, para que luego la primera línea, comandada por Marta Mangué y Macarena Aguilar, con la ayuda de la pivote Begoña Fernández, encuentre los espacios.
Sin embargo, Noruega tratará de mantener las piezas que le han llevado a desbaratar los sueños de las españolas durante el último año. Nuevamente partirá con la receta impuesta por Linn Riegelhuth y Tine Stange en el apartado ofensivo y con la férrea zaga de la línea de atrás, que únicamente se vio desarbolada el pasado miércoles ante la poderosa Rusia.