córdoba. Como era previsible, Ciudad Real y Barcelona Borges se verán hoy las caras en la final de la Copa Asobal. Los dos grandes transatlánticos del balonmano estatal se deshicieron, no sin problemas, de Pevafersa Valladolid y Reyno de Navarra, respectivamente, en las semifinales y hoy intentarán conquistar un nuevo entorchado antes de que se produzca el parón para la disputa del Europeo.
El Ciudad Real tuvo que sufrir para pasar a la final de la Copa Asobal e imponerse a un buen Pevafersa Valladolid, que mereció más que el engañoso 29-24 que reflejó el marcador al final del partido.
Si bien los castellano-manchegos fueron muy superiores en la primera parte, sólo su calidad y las paradas de Sterbik en los diez últimos minutos del partido, posibilitaron su pase a la final.
Los campeones de Europa cogieron el mando desde el primer minuto e impusieron su máquina de hacer balonmano ante un Pevafersa Valladolid, que se rendía ante la superioridad del Ciudad Real, que guiados por Jerome Fernández poco a poco fueron abriendo brecha en el luminoso.
En las postrimerías del choque ocurrió como en la primera parte, con un penúltimo parcial en el que mandaron las defensas pero sobre todo Sterbik, que fue el auténtico protagonista, un Ciudad Real que acabó imponiéndose con la máxima ventaja de la que dispuso en la segunda parte.
Por su parte, el Barcelona Borges cumplió los pronósticos que le señalaban como favorito en la primera semifinal e impuso la ley del más fuerte al Reyno de Navarra por 28-32. Barceloneses y navarros protagonizaron un duelo bastante equilibrado hasta el minuto veinte, ya que posteriormente el resto del encuentro fue azulgrana.
Los primeros compases del partido resultaron de claro color navarro, en un choque que ambos equipos empezaron con una defensa seis cero, que dio una máxima ventaja al San Antonio de dos goles, con un sorprendente 8-6 a los once minutos de juego, pero a partir de ese momento el equipo catalán se convirtió en una apisonadora. La nota destacada del partido fue que Gedeon Guardiola logró el gol número mil en la historia de la Copa Asobal.