La Asamblea Extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) acordó ayer continuar e intensificar las negociaciones con la Administración sobre las reivindicaciones planteadas por los clubes y descartó paralizar la competición como medida de fuerza ante sus pretensiones. El presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, explicó que la posibilidad de la huelga estuvo sobre la mesa "en muchas ocasiones" durante la reunión y todavía puede tener cabida.