Cuando a las cuatro de la tarde del próximo 11 de junio eche a rodar el balón en el estadio Soccer City y quede oficialmente inaugurado el Mundial de Sudáfrica 2010, Soweto, antaño un símbolo de la política segregacionista del apartheid, se habrá convertido en un símbolo de integración. Soweto, uno de los lugares de Sudáfrica donde con más pasión se sigue el fútbol, es un área urbana en el suroeste de Johannesburgo y el Soccer City es el estadio estrella del Mundial, una construcción que ha requerido de una inversión de más de 200 millones de dólares para su rehabilitación y que tendrá capacidad para albergar a 94.700 espectadores.
Menos de diez estadios en todo el mundo tienen un aforo superior al del Soccer City, construido en 1987 y escenario habitual del clásico local entre los Orlando Pirates y los Kaizer Chiefs. Además de la final del Mundial y la ceremonia y el partido inaugurales, el Soccer City albergará otros seis partidos de los 64 que se disputarán durante el Mundial, que hoy conocerá la composición de los ocho grupos en los que se dividirán las 32 selecciones clasificadas.
Pero el Soccer City sólo es la punta de lanza de una lista de diez modernos estadios distribuidos en nueve sedes, de las que Johannesburgo es la única que cuenta con dos recintos. Ellis Park, en Johannesburgo, sometido a pequeños retoques cosméticos que requirieron una inversión de once millones de dólares, tiene capacidad para 61.000 espectadores y albergará cinco partidos de la fase regular, uno de octavos y otro de cuartos.
El Loftus Versfeld, en Pretoria, ha necesitado de una remodelación con un costo aproximado de 13,5 millones de dólares y tiene capacidad para 50.000 aficionados. En este recinto se disputarán cinco partidos de la fase previa y uno de octavos de final. El Royal Bafokeng, en Rustenburgo, es un estadio construido en 1999, con capacidad para 42.000 espectadores y que ha necesitado de un lavado de cara que supuso una inversión de 20 millones de dólares. En este recinto se jugarán cinco partidos de la fase previa y una eliminatoria de octavos de final.
El Free State, en Bloemfontein, construido en 1952, ha necesitado de una inversión de más de 40 millones de dólares para ajustarse a las exigencias de la FIFA. Los 45.000 espectadores que puede albergar podrán presenciar cinco partidos de la fase previa y uno de octavos de final.
El Mbombela de Nelspruit se ha construido especialmente con motivo del Mundial. Con un presupuesto de 120 millones de dólares y capacidad para 46.000 espectadores, albergará cuatro partidos de la primera fase.
El estadio Peter Mokaba, en Polokwane, también ha sido construido para el Mundial con un presupuesto aproximado de 100 millones de dólares. Alojará a 45.000 espectadores en otros cuatro partidos de la fase previa.
En Durban, donde España ya jugó en la Copa Confederaciones, se encuentra el Durban Stadium. Pegado a la costa y con magníficas vistas, es uno de los más ambiciosos proyectos de Sudáfrica para el Mundial, por lo que ha requerido de una inversión superior a los 350 millones de dólares. Con capacidad para 70.000 espectadores, acogerá una de las semifinales, un partido de octavos y cinco de la fase previa.
El Port Elizabeth o Nelson Mandela, en Port Elizabeth, es otro costoso proyecto de nueva construcción con una inversión superior a los 200 millones de dólares. Tiene capacidad para 48.000 espectadores. En su interior se disputarán cinco partidos de la primera fase, uno de octavos, otro de cuartos y el encuentro por el tercer y cuarto puesto.
El Green Point, en Ciudad del Cabo, con casi 400 millones de presupuesto, es la más ambiciosa creación de Sudáfrica para el Mundial. Tiene capacidad para acoger a 68.000 espectadores y en él se disputarán cinco partidos de la fase regular y tres eliminatorias: una de octavos, una de cuartos y una semifinal.
El escenario está listo. Ya sólo faltan los actores.