Vitoria. Ibrahim Jaaber es mucho más que una gran boca con dientes. El base del Lottomatica de Roma, célebre por sus salidas de tono desde que llegó al conjunto de la capital italiana hace ya tres veranos, ha decidido demostrar que cuenta con argumentos de peso para hablar. Cabeza visible del equipo que comparte el liderato del grupo C junto con el Maccabi y el Caja Laboral, este eléctrico y atípico conductor de juego con pasaporte búlgaro se ha convertido en una de las sensaciones en el arranque de campaña en la Euroliga. Hoy, en Liubliana, tratará de conducir hacia una nueva victoria a un equipo por el que pocos apostaban cuando se celebró el sorteo.

Eclipsado por dos jugadores que se han hecho con más o menos éxito un hueco en la NBA (Roko Ukic y Brandon Jennings) en sus dos primeras temporadas en Roma, la descomposición total de la plantilla de un equipo que había perdido la fe y había descendido el nivel de inversión lo ha catapultado hasta convertirlo en uno de los mejores bases de la actual edición de la Euroliga. Lidera la clasificación de robos de la competición continental y su equipo en minutos, asistencias y rebotes, todo ello además de haber promediado en las cuatro primeras jornadas 15,8 puntos por cita.

De su mano, el Lottomatica, que afronta a las 20.30 horas un encuentro que puede aproximarlo al Top 16, arrancó la temporada con tres triunfos consecutivos, incluidos entre sus víctimas el Caja Laboral y el CSKA. "A veces es más fácil cuando nadie te da como favorito. La presión se queda en el otro banquillo cuando nadie espera nada de ti", manifiesta el jugador en una entrevista concedida a la página web de la Euroliga. "Nosotros tenemos un equipo con mucho talento y lo pusimos sobre la cancha en los partidos contra esos dos grandes rivales".

La ajustada derrota de la última jornada frente al Maccabi en Tel Aviv, algo que podía entrar dentro de cualquier pronóstico, ha encorajinado aún más los ánimos de un equipo que ha soltado el lastre de jugadores de mucho nombre (Brezec, Becirovic, Jennings...) para reinventarse como un bloque más físico, más anónimo, más colectivo, con la excepción del etéreo Jaaber, que reclama que sus compañeros den un paso al frente, crean en sus posibilidades y adquieran la "mentalidad ganadora" que, a juicio del base, les ha faltado.

"Ése debe ser nuestro primer objetivo: ganar en mentalidad de equipo. Todos debemos comprender que debemos sacrificarnos para el equipo, tanto en los partidos como en los entrenamientos. Nadie puede ir por su lado, ni bajar los brazos cuando está cansado, porque es ahí donde empiezan a fallar las cosas. Una vez que todo el equipo adquiera esa mentalidad de sacrificio, empezaremos a crecer como equipo", resume Ibby Jaaber, que en el Nokia Arena alcanzó su tope de la temporada con 20 puntos.

En el otro bando, en el Union Olimpia, el técnico local sabe que a su equipo sólo le vale una victoria para poder aspirar a entrar en el Top 16. Lo tendrá difícil: Slokar, Becirovic, Ilievski y Walsh arrastran problemas físicos.