DONOSTIA. La sufrida victoria del domingo ante el Cartagena ha permitido a la Real encaramarse al liderazgo de Segunda División, conseguir un récord de victorias consecutivas en Anoeta y un máximo histórico de puntos sumados en la categoría, ocultando de momento los problemas que tiene el equipo cara al gol. La Real suma 25 puntos cuando ha cubierto un cuarto de competición, una cifra excelente que de no desviarse demasiado le garantizaría el ascenso a Primera, y su fortaleza se basa actualmente en una gran actividad defensiva que le convierte en el tercer equipo menos goleado de la categoría tras Cartagena y Hércules.
Los donostiarras, por contra, han marcado sólo 4 tantos en los últimos seis partidos, una cifra impropia de un equipo que aspira a ascender, el décimo registro global de Segunda, pero por otro lado está obtenido tan alta rentabilidad a su escaso bagaje goleador que habrá que tener muy en cuenta a los donostiarras cuando empiecen a carburar también en ese apartado.
Los aficionados de momento no están preocupados por un problema que se intuía el pasado verano con la marcha de Sebastián Abreu, el último gran goleador que ha vestido la camiseta blanquiazul, y ahora todo son felicitaciones tras recuperar Imanol Agirretxe su olfato de gol después de ocho partidos sin marcar.
A falta de algo más de un mes para abrir el mercado invernal no hay que descartar movimientos en el equipo donostiarra, una vez comprobado que el uruguayo Carlos Bueno es otro tipo de futbolista diferente al de un goleador, que era el papel para el que fue fichado del Peñarol.
El que disfruta de su mejor momento en San Sebastián es su compatriota Martín Lasarte, a quien el juego del equipo de momento no le pasa factura porque sus resultados y el control que parece tener sobre el vestuario está muy por encima de algunas críticas a la gestión de algunos partidos.