Brasil se ha proclamado en Dubai campeón mundial de fútbol playa por cuarta edición consecutiva, al derrotar en la final a Suiza por 10-5, con parciales de 4-1, 4-0 y 2-4. Los helvéticos, gran revelación del torneo, no pudieron con el potencial del conjunto que dirige Alexandre Soares, muy superior desde el inicio. El suizo Dejan Stankovic, máximo artillero del torneo, tuvo que esperar a los últimos compases para incrementar su cuenta a dieciséis tantos y cerrar el fenomenal triunfo de la selección brasileña encumbrada con su cuarto título mundial consecutivo.