Duración: 47 minutos de partido.
Pelotazos: Se dieron 214 pelotazos a buena.
Saques: Dos de Gonzalez y dos de Retegi Bi.
Tantos en juego: 16 de Gonzalez y 7 de Retegi Bi.
Errores: Tres de Gonzalez y cinco de Retegi Bi.
Marcador: 3-0, 3-2, 8-2, 8-4, 11-4, 11-5, 14-5, 14-7, 16-7, 16-9, 19-9, 19-12 y 22-12.
Incidencias: Buena entrada en el Labrit.
bilbao. Sebastien Gonzalez abandonaba ayer la cancha del Labrit acordándose del partido de la semana pasada ante Titín III. Si no se hubiese dejado voltear el marcador en aquel partido ahora no tendría que pasarse un día entero pensando en qué pasará en un partido que él no disputa. Dejar en manos de dos pelotaris tan competitivos su pase a una gran final debe ser toda una tortura. Por lo menos le queda el consuelo de haber hecho bien sus deberes de la última jornada. En su mano sólo estaba el sumar su segunda victoria de la liguilla y, para ello, tenía que vencer a un Retegi Bi que aspiraba a finiquitar su debut en las semifinales con al menos un triunfo en su casillero. Gonzalez fue por momentos el delantero magnífico que sabe ser. En menos de dos minutos sumó el 3-0. Ya era imposible el primero de los requisitos para que el joven Retegi llegase a la final. Tenía que vencer por 22-2 y los tres tantos iniciales de Sebastien ponían punto y final a las idílicas cábalas. Las matemáticas ya no le daban permiso para soñar. Pero Julen todavía podía ser juez de las semifinales si vencía al de Lapurdi. Sebastien se sacó quince minutos soberbios de la manga y abrió una brecha en el electrónico que no dejaba lugar para las dudas: iba a ganar el partido sí o sí. Gonzalez desenfundó su zurda. La de los domingos, la que sabe colocar pelotas a escasos milímetros de la chapa. Antes de que Julen Retegi consiguiese cogerle el punto necesario al partido, el electrónico ya cantaba una diferencia superior a los seis tantos.
Gonzalez sentenció el partido con lo que mejor sabe hacer. Acribilló al navarro con su saque remate. Una y otra vez ponía la pelota lo más atrás posible con el saque para después, con Julen lejos del frontis, rematar al ancho con su perfecto gancho de zurda.
Con todo controlado, con el partido encarrilado, la contienda entró en una fase bastante aburrida. Sólo quedaba ver en cuántos tantos se quedaría Julen en su último partido del Cuatro y Medio. En esas estaba la historia cuando, tras el 17-9, un lance entre los dos pelotaris inyectó emoción al partido. Retegi atacó al de Iparralde con un buen pelotazo que parecía perderse en el ancho irremediablemente, pero Gonzalez sacó casta de lo más hondo de sí mismo para tirarse en plancha, levantar la pelota y colocarla en la pared de la manera más inverosímil. Julen, sorprendido, envió la pelota al txoko. Ya estaba celebrando el tanto cuando vio por el rabillo del ojo que Gonzalez corría como un desalmado para volver a golpear la pelota. Julen se hizo el sueco y se interpuso en la trayectoria, mientras que Sebastien vio la ocasión para buscar descaradamente el choque con el rival. Y se montó el belén. Gonzalez gritó para protestar, Retegi Bi le enseñó los puños y Don Julián, que hacía las labores de botillero, no dudó en enfrentarse con el rival de su retoño cuando éste acudió a dar un trago de agua. El juez mandó repetir el tanto y el partido ya no volvió a ser el mismo. La actitud entre los dos pelotaris se enfrió y ambos se aplicaron en demostrar quién era más gallo. Retegi sólo pudo hacer tres tantos más para deleite de una afición que se posicionó claramente a su favor. Con el 22-12 final a Gonzalez no le queda más que armarse de paciencia y esperar al desenlace del Irujo-Titín. ¿Le interesa animar a Titín para que venza? ¿O apostará por una victoria abultada de Irujo? Y lo que le corroe por dentro: ¿Jugará Irujo con el tanteo para elegir rival en la final?.