Rachmaninoff fue uno de los pianistas más portentosos, y en la Rapsodia sobre un tema de Paganini quiso rendir pleitesía a otro enorme virtuoso, en este caso del violín. Lo hizo tomando el inolvidable tema del Capricho para violín nº24 de Paganini y sometiéndolo a 24 variaciones pianísticas, cada cual más deslumbrante y difícil. La partitura requiere un pianista de dotes extraordinarias yTreviño ha invitado para el reto al gran virtuoso ruso Nikolai Lugansky. Hoy jueves 17 de junio, a las 17.30 y 19.30 horas. En el Teatro Principal (San Prudencio, 29).