El primer paso se dio el pasado domingo en Respaldiza con el estreno de Yijaaa!!! por parte de la compañía Goitibera. Desde ahí hasta el próximo 1 de octubre se está desarrollando ya la tercera edición del ciclo Arabako Plazetan, un proyecto nacido al amparo de la pandemia, aunque en su idea se venía trabajando desde antes. En total son 23 los grupos que toman parte en esta iniciativa que se está desplegando por calles, plazas y parques de todo el territorio.

De hecho, la próxima cita se producirá el 27 de este mes en Oion, donde Ameztu Antzerkia representará Euskaraz dantzatu nahi dugu. A partir de ahí, la programación, diseñada por la asociación de artes de calle de Euskal Herria Artekale, va a llegar también a Navaridas, Legutio, Zambrana, Amurrio, Montevite, Artziniega, Berantevilla, Lagrán, San Vicente de Arana, Araia, Laguardia, Laudio, Labastida, Elburgo, Ibarra, Salinas de Añana, Pobes, Elvillar, Durana, Dulantzi, La Puebla de Labarca, Zubillaga, Azaceta, Yécora, Villanueva de Valdegobía, Agurain, Okondo, Leza, Bernedo, Ondategi, Izarra, Lanciego, Faido, Murgia, Zuhatzu Kuartango, Armiñón y Ribabellosa.

En todos los casos, la intención siempre será actuar al aire libre, más allá de que el tiempo quiera ponerse caprichoso en un momento dado. El acceso a las 39 representaciones previstas será gratuito dentro de un ciclo que es posible por la colaboración entre Artekale, los municipios implicados y la Diputación.

Compañías y artistas como El Mono Habitado, Trapu Zaharra, Turukutupá, Bapatean Zirko, Deabru Beltzak, Maite Guevara, Ganso & Cía y Zanguango serán las encargas de ofrecer espectáculos de todo tipo y condición, aunque en todos los casos el humor será un elemento presente. La calle, al fin y al cabo, tiene sus propios códigos y acoge a todos los públicos.

La iniciativa se puso en marcha en 2020, también como una respuesta al parón que durante los meses anteriores había producido la pandemia y el confinamiento. En julio de aquel año se puso en marcha un ciclo que nacía con vocación de continuidad pero que en ese instante se creó con la urgencia de poder responder al momento, de ser un punto de referencia para creadores y espectadores, por supuesto cumpliendo con todas las medidas que en ese momento estaban vigentes. También las restricciones estuvieron presentes el verano pasado en la segunda entrega de una propuesta que ahora llega a su tercera edición, una que, salvo que pase algo extraño, va a poder producirse casi en las mismas condiciones de antes de marzo de 2020.