- El actor, productor y director estadounidense Forest Whitaker acudió por primera a Cannes en 1988 con Bird, película de Clint Eastwood por la que recibió el premio al mejor intérprete y que lanzó una carrera que ayer se vio reconocida con la Palma de Oro de Honor.

“Cannes me cambió la vida. Me permitió ser visto como un artista. Yo era un crío. No había ido nunca a un festival, ni siquiera sabía cómo contestar en las entrevistas,” apuntó en una conferencia de prensa poco antes de convertirse en el invitado principal de la ceremonia de apertura. La proyección, fuera de concurso, de la comedia de zombis Coupez! de Michel Hazanavicius inauguró la edición.

Con su Palma de Oro de Honor, Whitaker se suma a una larga lista de grandes como Bernardo Bertolucci, Alain Delon o Agnès Barda.

Su primer largometraje fue Tag: The Assassination Game, de Nick Castle, y aunque de sus primeros años destacan títulos como Platoon (1986), fue Bird, aseguró ayer, la cinta que lo colocó en el mapa cinematográfico.

“Solo había intentado conseguir ese papel y cuando llegué aquí y me vi reconocido, me emocionó”, rememoró sobre un rol por el que ni siquiera se planteó poder ser premiado.

“La noche antes estaba en mi habitación con mi hermano y me dijo: Oye, podrías ganar. Le contesté: ¿Hablas en serio? Yo estaba ya encantado solo con haber sido invitado. Me permitió conocer a gente interesante”, señaló.

Whitaker también ha presentado en competición como actor A range in Harlem (1991), Body Snatchers (1993) y Ghost dog: the way of the samurai (1999), mientras que fuera de competición llevó Zulu en 2013 y Platoon en 2006 en la sección Cannes Classics.

A la hora de elegir sus papeles, apuntó, se deja llevar por el guion, por su instinto y por su propia visión del mundo: “Me atrae más hacer algo sobre Desmond Tutu que sobre otra cosa”, dijo por ejemplo para justificar que aceptara encarnar en 2017 en The Forgiven al Nobel de la Paz de 1984 y arzobispo emérito de Sudáfrica.

Como productor, añadió, le gusta ofrecer temas que contribuyan al diálogo. Es el caso de For the sake of peace, un documental sobre la realidad de Sudán del Sur dirigido por Christophe Castagne y Thomas Sametin que se proyectó este martes en Cannes fuera de competición.

Como actor se va a poner en breve a las órdenes de Francis Ford Coppola en Megalopolis, cuyo rodaje está previsto en principio para agosto. “Me gustó el guion y me gusta él”, apuntó sobre un proyecto en el que están implicados Adam Driver y Jon Voight.

El cineasta iraní Asghar Farhadi, miembro del jurado del 75 Festival de Cannes, expresó hoy su confianza en que “se aclaren” las acusaciones de plagio relacionadas con su última película, Un héroe (2021), por las que afronta un proceso judicial en Irán.

Durante la rueda de prensa conjunta del jurado, presidido por el francés Vincent Lindon, Farhadi ha negado las acusaciones de haber plagiado el documental All winners, all losers de la directora Azadeh Masihzadeh, que fue alumna suya en un taller de cine de no ficción que impartió en 2014.

“Tanto la película como el documental se inspiran en un mismo suceso real que ocurrió dos años antes del taller, puedes hacer una película y un documental sobre un mismo hecho sin que sean copias uno del otro”, dijo Farhadi, ganador de dos premios Oscar. l