- El director ecuatoriano Javier Andrade presentó ayer en el marco del 25 Festival de Cine de Málaga su nueva película Lo invisible, con la que compite en la sección oficial del certamen. La cinta profundiza en aspectos como la soledad, la salud mental y las diferencias de clase a través de un personaje femenino como protagonista central.

Luisa, de 45 años, regresa de un centro psiquiátrico después de una severa depresión posparto. Su deslumbrante hogar se vuelve su nuevo lugar de confinamiento, rodeada de su familia y una cuadrilla de empleados que se esfuerzan para que sus arrebatos permanezcan invisibles. Imposibilitada de seguir interpretando el rol de esposa y ama de casa perfecta, su única escapatoria es deslizarse elegantemente hacia la locura.

Andrade describió la película como “pequeña e íntima” y explicó que es fruto de la colaboración directa con la actriz protagonista, Anahí Hoeneisen, que también es guionista de la historia: “La propuesta era trabajar con ella su personaje y aprovechar que también es guionista. Queríamos hacer una película muy linda de una persona que está muy sola y dibujar un escenario de melancolía y depresión”, señaló.

La historia se desarrolla en un ambiente de silencios para centrar la trama en la protagonista. Andrade dijo que la idea era plantear una película más de experiencias que de argumento: “Queríamos construir un personaje y un entorno a partir de ciertos comportamientos que disparan temas de clase, salud mental y soledad”. Sobre el trabajo interpretativo de la actriz protagonista, el director señaló que ella quería hacer una película particularmente femenina y explicó cómo preparó el personaje de Luisa: “Anahí hizo un trabajo muy profundo para encontrar síntomas de una depresión posparto para reflejarlo de manera realista”.

También en la sección oficial se presentó ayer la brasileña A mãe (La madre) de la mano de su director, Cristiano Burlan. Una propuesta social que critica la violencia policial del país americano a través del rap y el arte urbano. El director explicó que, aunque surge de un proyecto personal que culmina en trilogía, “no es autobiográfica, es una película donde se mezclan lo público y lo privado”.

María es una inmigrante de origen humilde que trabaja de vendedora ambulante para mantener su casa y a su hijo adolescente Valdo. Una noche, tras el trabajo, María llega a casa y no encuentra a su hijo. Después de mucho buscar por el barrio, comienza a amenazar la tranquilidad de los traficantes locales que deciden contarle que Valdo fue asesinado por la policía. Allí comienza la lucha de una madre por descubrir la verdad sobre su hijo desaparecido, al que quiere encontrar, vivo o muerto.

La historia está ambientada en São Paulo, y su director trata de reflejar la violencia que ejerce la policía militar sobre la población. “La película puede parecer bastante trágica, pero la realidad que hay en la periferia de las ciudades brasileñas es así”, señaló Burlan. “Es un sistema muy militarizado en el que hay mucha opresión”, añadió. El director aseguró que la película, que ha costado siete años de trabajo, se pudo realizar en la época del gobierno anterior en Brasil. “Con el gobierno actual esta película sería imposible de rodar, es un gobierno que está destruyendo todo el estado”, denunció el brasileño. Quiso señalar que el largometraje está hecho para su actriz protagonista, Marcelia Cartaxo, a la que admira.