El camino se inicia en el Mont Ventoux. Termina en el Teide. Entre medio, más de medio centenar de paradas repartidas en tres continentes, lugares en algunos casos muy conocidos. Otros, igual no tanto para el común de los mortales. Eso sí, entre estas páginas no se habla solo de los emplazamientos. Se mira también a los nombres propios ligados a ellos, ya sea por gestas deportivas, por acontecimientos bélicos o por otras razones. Carreteras y personas que protagonizan historias reales, aunque a veces puedan ser increíbles. Todo ello y más se junta en el libro En busca de los puertos míticos (Confluencias), el nuevo título que el escritor vitoriano Jorge González de Matauco suma a su trayectoria.

Por supuesto, "lo primero que busca es ser entretenido", sonríe el autor a la hora de desgranar una publicación que también recoge un buen número de fotografías y que está prologada por José Antonio de Pablo Depa. "Intento que quien lo lea, aprenda algo, que pueda adquirir nuevos conocimientos" a través de una obra enfocada a cualquier tipo de persona, aunque el autor es consciente que atraerá, sobre todo, a quienes les guste el deporte -"sobre todo el ciclismo y el atletismo"-, a quienes les atraiga la historia, y a quienes les encante viajar. Para quien concite los tres intereses, "este es su libro, sin ninguna duda".

Son 55 los puertos de Europa, África y América que aquí se recogen, vías que en todos los casos el autor ha conocido corriendo, bien participando en carreras organizadas, bien realizando sus propias incursiones. "A raíz de esas carreras, voy analizando un poco lo que es la historia, la cultura y los personajes que han creado esas carreteras o las han hecho famosas. Yo aparezco en el texto pero intento que no estar demasiado presente".

En esas miradas al pasado de estos lugares hay gran variedad de momentos e historias. Sucede, por ejemplo, con la Carretera de la Muerte, ubicada en Bolivia. "Fueron prisioneros paraguayos, durante la guerra del Chaco, los que crearon esa vía. Cuento en el libro cómo con el tiempo se convirtió en la carretera más peligrosa del mundo porque tenía muchos terraplenes y no contaba con protecciones". Hay otros lugares también relacionados con enfrentamientos bélicos, como el Paso Vrsic (Eslovenia), que fue llevado a cabo por prisioneros rusos durante la I Guerra Mundial.

También hay momentos más agradables, sobre todo relatos relacionados con el ciclismo y con puertos que han traspasado fronteras gracias a las grandes carreras. Luis Ocaña o Eddie Merckx son algunos de los nombres propios que aquí aparecen. "Hago mucho hincapié en historias de los 70 y los 80. En ese aspecto, el libro tiene un punto nostálgico también porque quizás fue cuando viví mi infancia y mi juventud y se me quedaron más grabados" aquellos momentos. Se configura así un amplio abanico en el que el autor también aprovecha para hablar, y mucho, de otros libros vinculados a estos puertos o las personas aludidas. "En ese aspecto es como un viaje literario", que se produce en paralelo al geográfico.

En ese tránsito, el Teide es el último sitio mencionado por una sencilla razón. Fue el último que el escritor recorrió justo antes de marzo de 2020. No en vano, En busca de los puertos míticos es consecuencia del confinamiento tras la aparición de la pandemia. "Tenía una base previa porque escribía artículos para una web que se llama carreraspopulares.com. Desde esa base, ampliando datos y profundizando en determinadas historias, se gestó una publicación que se cierra en con un epílogo en el que también se mencionan otros lugares que al autor le hubiera gustado recoger entre estas páginas pero que no ha visitado, sobre todo en Asia y Oceanía. "Tengo otros proyectos así que veo complicado seguir", apunta. Por ahora, su nueva obra ya está disponible. Inicia ahora otro viaje, el de los lectores. Esa es otra aventura para contarla, sin duda.

Son un total de 55 los lugares de Europa, África y América que se hacen protagonistas en esta nueva obra del autor alavés

"Para quienes les encante la historia, el deporte y viajar, este es su libro, sin duda", apunta González de Matauco