Fue hace cuatro años cuando Nulled empezó su camino, unos primeros pasos que se tradujeron, tras ajustar la formación, en la publicación de un primer EP, pointerException, que vio la luz a mediados de 2019. La tarjeta de presentación estaba sobre la mesa, más allá de que poco después apareciera la pandemia y todo quedase detenido. Aún así, el grupo gasteiztarra no paró de trabajar, lo que ahora se traduce en la publicación de su primer disco de larga duración, Strokes of Reason. En este tiempo, “hemos madurado mucho como grupo y hemos depurado nuestro estilo”, explica Iban (bajo y coros), que comparte proyecto con Alex (voz), Raúl (guitarra), Oscar (guitarra) y Mikel (batería y sintetizador).

Twelve Fucking Kicks In Your Fucking Mouth, The End Of Your Fucking World y Brothers son algunos de los doce cortes que componen un álbum que se completa con un extra, Procrastinate, que era el tema que abría su primer EP.

Los trece temas se grabaron a principios de 2021 en los Black Cat Studios de Gasteiz, aunque es ahora cuando se pueden disfrutar tanto en su versión digital (disponible en Spotify y Bandcamp, y dentro de poco en Youtube) como en formato físico (CD). “Hemos esperado estos meses entre el trabajo en el estudio y el lanzamiento del disco por la situación, ya que la escena estaba parada”.

Ahora, aunque la situación sigue sin ser la ideal, es momento de compartir estas canciones, que llegan tras lanzarse, con su correspondiente vídeo, el adelanto del tema Black Pond. “Está teniendo bastante buena acogida, la verdad”, apunta Iban, al tiempo que explica que el grupo ha conseguido con este disco “canciones más trabajadas, maduras y de más calidad compositiva. Tenemos unos riff potentes con estribillos melódicos que le dan bastante energía y diversidad a los temas”.

Otra característica de Strokes of Reason es que en él no aparecen temas que van discurriendo de manera lineal, sin separarse de un estilo “muy concreto y cuadriculado”. Todo lo contrario, “hasta hay alguna canción con tintes de progresivo” dentro de una banda que, más allá del genérico metal, se mueve entre el synthcore, el death metal melódico “y quizás el metalcore”.

Con todo ello, “esperamos que al público le sorprenda y le atraiga el álbum. Es un trabajo con el que estamos muy satisfechos”, una propuesta en cuyas letras hay “reflexiones sobre actitudes ante la vida; casi todas las canciones tienen un carácter un tanto pesimista, negativo, de autocrítica, pero también hay un par de temas que son un poco más positivos, de reconstrucción, de esfuerzo por seguir adelante”.

Ahora, además, llega el momento de los directos. Tras actuar hace poco en Valladolid, la presentación del disco en casa se producirá el 2 de abril. Será, en concreto, en La Perdición. “La idea es tocar todo lo que podamos, también fuera de aquí. Al final, actuar es lo que más nos gusta y es también una oportunidad para que más gente nos conozca”, apunta Iban, más allá de que la banda siga componiendo, sobre todo teniendo en cuenta que este álbum se grabó hace ya unos meses.