- No es su primer trabajo publicado pero sí su debut en un estudio. El camino recorrido desde que el cuarteto se formó en 2018 y ese paso por Garimba Rekords se nota. “Todo suena más compacto, más brutal” apuntan Poty, David y Txarly, quienes dan forma y fondo, junto a Ander, a Republika del Miedo. Así se puede comprobar en De Barna a Gasteiz, camino al infierno, que justo ahora se hace realidad tanto en su formato digital como físico (CD). Con él bajo el brazo, de hecho, la banda ofrecerá este sábado un concierto de presentación que tendrá como escenario las tablas de Orbain Kultur Elkartea. Todo ello a partir de las 20.30 horas.

Va a ser la primera actuación que el espacio de Navarro Villoslada va a poder acoger de nuevo sin la mayor parte de las restricciones vigentes y va a suponer el arranque de una agenda que en las próximas semanas y meses va a venir cargada de alicientes. En el caso del grupo alavés, también se está configurando un ir y venir sin descanso por escenarios de dentro y fuera del territorio, como el concierto que dará el 11 de junio en Santander junto a Escuela de Odio.

En el caso de De Barna a Gasteiz, camino al infierno, se trata de un split -un disco compartido- publicado junto a Neighbour Rats. La fórmula, muy habitual en otros tiempos, cada vez se está reutilizando más, una manera de compartir visibilidad y de poder sacar adelante proyectos, estableciendo una relación de apoyo mútuo entre los grupos. “Hay que innovar”, apuntan los gasteiztarras, que tuvieron una primera colaboración con los catalanes en 2019.

En este caso, Republika del Miedo aporta cinco temas -uno de ellos es una versión- grabados y producidos por los vitorianos Garimba Rekords con Txema Mascareña Díaz a los mandos. “Ir al estudio nos ha aportado calidad” a un sonido marcado por el hardcore punk de la “vieja escuela”, a una propuesta que tiene como base “las letras comprometidas y la música cañera”. Por desgracia, la realidad y el ser humano se empeñan cada día en darles material suficiente para componer sin temor a quedarse cortos.

Registrado en primavera del año pasado, el trabajo toma el relevo de La Maketa y viene acompañado con el inminente lanzamiento de material audiovisual. “Son los tiempos que corren, hay que cuidar la difusión por las redes”. Puede que los mensajes requieran ser los mismos porque las diferentes situaciones sociales, económicas y políticas no cambian, pero los caminos para llegar al público no paran de evolucionar. Aún así, sigue sin haber nada que se pueda igualar al hecho de encontrarse cara a cara con el público. Este sábado toca dar el primer paso, que suficiente parón ha habido ya. Orbain vuelve a abrir sus puertas para “pasar un rato divertido, con un poco de música cañera para echarse unos bailes”.