- Fue uno de los escándalos de famosos más sonados de finales de los 90, la filtración de un vídeo sexual de Pamela Anderson y Tommy Lee; ella, actriz e icono erótico, él, estrella del rock. La serie Pam y Tommy, que llegará el próximo 2 de febrero a Disney+, recupera aquel suceso, cuando internet aún estaba en pañales, y lo convierte en el centro de un relato de amor, venganza y excesos.

Lily James, (Downton Abbey, Cenicienta) y Sebastian Stan (Falcon y el soldado de invierno) han logrado una asombrosa transformación física, gracias a un exhaustivo trabajo de peluquería y maquillaje y, en el caso de James, con prótesis y rellenos para calcar el voluptuoso cuerpo de la “vigilante de la playa”.

El tercer vértice de esta historia es Rand Gauthier (Seth Rogen), un electricista que había hecho sus pinitos como actor porno antes de trabajar en la reforma de la casa de Tommy Lee. Este lo había despedido sin pagarle lo que le debía, pero el verdadero detonante de su meditada venganza fue que el día en que volvió a la mansión para recoger sus herramientas, el rockero lo echó a punta de pistola.

Entonces urdió un plan para llevarse la caja fuerte de su casa. Lo que no podía imaginar es que, además de joyas, armas, dinero y un bikini de Pamela Anderson, iba a encontrar el vídeo de su luna de miel, que incluía algunas escenas sexuales.

Con la ayuda de un productor porno, usó internet para promocionar la venta de copias de VHS. Pam y Tommy no echaron en falta su caja fuerte hasta enero de 1996, cuando cientos de copias del vídeo ya circulaban por EEUU. Con ayuda de abogados y detectives privados intentaron frenarlo pero ya era imparable, sobre todo a partir del momento en que un grupo llamado Internet Entertainment Group colgó el vídeo, ahora sí, en internet.

Ahora, la serie de Disney, dirigida por Craig Gillespie (Cruella), exprime con toques de humor el morbo que despierta la pareja y lo rocambolesco de la historia y esquiva la parte más polémica -en 1998 Tommy Lee fue condenado por malos tratos a su mujer- al centrarse exclusivamente en el periodo dulce de su relación.

La serie muestra, eso sí, la crisis que todo el asunto del vídeo desata en la pareja y se pone más seria y empática con Anderson a la hora de evidenciar las reacciones sexistas que causó la difusión del vídeo, desde la incomprensión de su propio marido a los prejuicios contra ella por su pasado como modelo de Playboy.

Se muestra a una Pamela Anderson que lucha por ser algo Más que un cuerpo corriendo en Los vigilantes de la playa. Pam y Tommy pone en el centro el tema del consentimiento aunque queda en el aire una espinosa cuestión teniendo en cuenta que la serie se ha rodado sin el visto bueno ni la implicación de la pareja.