Aunque los rumores empezaron a circular desde principios de 2019, no fue hasta el 20 de febrero de este año cuando se hizo oficial a través de un comunicado que La Polla Records volvía a juntarse. Poco se sabía entonces, aunque ya este periódico contó que los planes pasaban por hacer una gira especial y publicar un disco. Así se oficializó el 13 de marzo. Los de Agurain volvían al escenario, en principio solo para ofrecer cuatro conciertos en Valencia, Barakaldo, Madrid y Barcelona y viajar también a Latinoamérica, así como para editar el álbum, Ni descanso, ni paz!.

Después hubo no pocos cambios. Las cuatro actuaciones iniciales terminaron siendo ocho al volar las entradas en nada. Fueron actuaciones en las que se aprovechó para rodar parte de No somos nada, una película que se estrenó en el Zinemaldia de este año y que en enero de 2022 está previsto que se estrene en las salas comerciales. Y sí, hubo un primer paso al otro lado del Atlántico, con algún que otro incidente. Pero cuando se estaba diseñando un 2020 con más recitales y nuevo viaje a tierras americanas, apareció el covid y todo se truncó.

Aún así, la celebración de los 40 años del nacimiento de la banda está pudiendo recuperar parte de lo perdido. Estas dos fechas en Gasteiz, en el Buesa Arena, son el más claro ejemplo. Hoy, de nuevo a partir de las 17.00 horas, tocará disfrutar a lo grande, también junto a Cerveza Suicida, Kaotiko, Lendakaris Muertos y El Drogas. Después, ya solo quedarán las actuaciones que se llevarán a cabo en Donostia (29) y Madrid (30). Tras esto, llegará la disolución definitiva. Es lo previsto en un principio, claro. Máxime teniendo en cuenta que Evaristo y Abel ya están compartiendo otro proyecto.

Hoy queda lejos ese concierto que, por sorpresa, acogió en septiembre de 2019 la sala Jimmy Jazz. Fue una actuación para los de casa, mediante invitación y sin publicitar nada de manera previa. El grupo quería calibrarse antes de iniciar la gira de regreso en Valencia, pero también vivir una noche con los más cercanos. Pasó lo mismo en Oñati. Ahora toca cerrar ese camino.