Es hora de completar el año expositivo. Pero esta muestra no se ve, se escucha. Pulsar la voz llega a Artium de la mano de Natalia Isla Sarratea y Aitor Bengoetxea Odriozola, comisarios de una propuesta en la que se recomienda, por tema de covid, que cada visitante se lleve sus auriculares de casa. No es un tema baladí porque hay mucho que oír.

Con la voz como eje, "invitamos a escuchar una exposición en un museo, en vez de verla, que es a lo que estamos acostumbrados", una apuesta que los dos comisarios reconocen como uno de los mayores retos de su proyecto, que se hace posible tras ser seleccionado por el programa Komisario Berriak. "Esto es solo el comienzo de una investigación que queremos que siga dando sus frutos", un camino en el que se tratan cuestiones diversas, como la identidad, el cuerpo, el lenguaje, la política y otras.

Es más, es una exposición viva que se completa este fin de semana con tres acciones sonoras que van a ser grabadas y que van a formar parte de la propuesta, performances llevadas a cabo por Ibon RG, Adán Hernández y Pía Sommer.

En la muestra se pueden escuchar, y también ver, obras realizadas en su mayoría en la última década, aunque la selección comienza con una creación histórica del artista Gary Hill, Mediations (Excerpt from a Remake of Soundings) (1979-1986), un vídeo en el que la interacción entre la voz, la imagen del altavoz que la reproduce y la arena que progresivamente va cubriendo este permite al artista hacer visible la voz y las alteraciones que sufre en el proceso. Otra grabación histórica es la que reproduce la voz del poeta Alfred Tennyson, realizada en 1890.

Están presentes también en la muestra, entre otros, Jörg Piringer, Aurora Minguez Garai, Rik Rue, Federico Valdez, Ana Estrada Zuñiga, y Paula Mera. Pulsar la voz incluye además aportaciones experimentales en distintos ámbitos realizadas por creadores del País Vasco, como Maite Arroitajauregui, Ixiar Rozas, Eneritz Arzallus, Xabier Erkizia, Maialen Lujanbio o el colectivo Gargara (Ibon RG y Miguel A. García).

Una serie de vitrinas contienen documentos relacionados con la investigación realizada para el proyecto junto con algunas piezas sonoras adicionales que podrán escucharse a través del cristal y el uso de códigos QR, así como objetos relacionados con las acciones sonoras de Adán Hernández, Ibon RG y Pía Sommer en la apertura de la exposición.

La propuesta se va a poder visitar hasta el próximo 16 de enero. En este arranque, para poder acoger las performances, se encuentra en una de las salas cercanas a la biblioteca, aunque desde el domingo se podrá seguir en otro punto del museo, dentro del circuito habitual para los visitantes. En un lado o en el otro, lo que se pretende es vivir una experiencia distinta, máxime en unos tiempos en los que la pandemia está haciendo que la voz esté muy mediatizada por el uso de la mascarilla.