- La apuesta por celebrar Durangoko Azoka de forma presencial ha sido un acierto gracias a la responsabilidad de los visitantes. Así lo ha destacado Gerediaga Elkartea, organizadora de la feria, que ha señalado que durante estos días más de 25.000 personas han accedido a Landako tras realizar una reserva previa. “La respuesta ha sido excepcional”, subrayaron ayer. Sin embargo, bajando la lupa a los puestos, el balance es dispar entre editoriales y discográficas. Mientras las primeras han aguantado el tirón gracias a la literatura para adultos, las segundas han sufrido más las limitaciones de aforo al perder al público más joven. Al margen de las ventas, todos coincidieron en recalcar el reencuentro. “Está claro que el futuro de la Azoka es presencial”, aseguró Beñat Gaztelurrutia, gerente de Gerediaga Elkarte. Por de pronto, para la edición del año que viene, ya tienen fecha: se celebrará del 7 al 11 de diciembre.

Ha sido una prueba de fuego para la gran plaza de la cultura vasca, que ha aunado el formato digital iniciado el año pasado con la recuperación de la presencialidad, con el gran reto de hacer respetar las medidas para contener el virus. Se sabía que la Azoka estaría muy lejos de las cifras de 2019, cuando cerca de 120.000 visitantes acudieron, pero todos los turnos -ha habido cinco al día del 4 al 8 de diciembre con un aforo de 1.200 personas en cada uno-, han agotado sus reservas. “En algún turno ha faltado algún asistente, pero la valoración que hacemos es muy positiva”, subrayó Gaztelurrutia, quien puso en valor la responsabilidad de los asistentes incluso más allá de Landako. Y es que ese llamamiento se ha hecho extensivo a todo el municipio, donde la incidencia del coronavirus sigue siendo muy alta. “En Durango no ha habido tanta afluencia como otros años. Probablemente muchos han hecho la visita a la Azoka y se han marchado”, apuntó Gaztelurrutia.

Respecto al previsible descenso en las ventas, el gerente de Gerediaga Elkartea afirmó que han constatado que la gran mayoría de visitantes ha salido con una bolsa del recinto. “Es posible que haya habido una disminución en comparación a 2019, pero entendemos que es normal en esta situación”, indicó. En lo que respecta a la venta on line de la Azoka, este año se han realizado 1.300 pedidos con 5.400 productos. Se trata de unas cifras que no son comparables a las del año pasado, cuando se despacharon 7.800 pedidos con 27.758 productos. “La gente ha hecho una apuesta por lo presencial”, remarcó el responsable de Gerediaga quien, sin embargo, expresó que están “muy contentos” con el proceso de venta on line.

Aún así, reconoció que deben de hacer una valoración para saber si en el futuro continuarán por esa senda que este año ha sido especialmente complicada en lo que a la logística se refiere, ya que han requerido los almacenes de Elkar en Aduna para preparar los paquetes. “Cuando hablamos de la Azoka on line, no es solo la tienda. Tenemos dos canales de streaming para emitir parte de la programación y ha habido 21.000 espectadores. Eso también es muy importante. Es posible que en el futuro algunos elementos de la Azoka on line desaparezca y otros permanezcan. Es muy pronto para decidirlo, tenemos que hablar con los participantes”, concretó.

Más allá de Landako, en los conciertos que se celebraron en Plateruena grupos como Liher, Anari, Willis Drummond, Skakeitan, Kai Nakai, Bulego o MacOnak agotaron las entradas. También ocuparon todos los asientos las presentaciones de libros de Alaine Agirre, Eider Rodriguez, Jon Maia o Leire Vargas. En total, más de 7.500 personas se acercaron a Ahotsenea. En Saguganbara, dedicado al público infantil, la afluencia fue desigual. Y a otros espacios como Szenatokia, acudieron alrededor de 620 personas.

En los 219 estands con los que este año ha contado la Azoka, la percepción de ventas ha sido diferente dependiendo del público al que se dirigen. “Es positivo que se haya recuperado la presencialidad, pero las cifras de ventas están muy lejos de las de otros años”, reveló Olatz Osa, directora de la editorial Elkar, quien afirmó que “la cultura vasca lo necesita todo, la Azoka no es suficiente”. Entre los libros con más éxito, destacó las novelas de Alaine Agirre y Lander Garro, así como Mandamentu modernoak de Iñigo Martínez, y las dos nuevas entregas de la serie de libros infantiles Katta de Miren Agur Meabe.

“Estamos bastante contentos, creíamos que iba a ser una catástrofe”, confesó, por su parte, Jon Jiménez, editor de Txapalarta, quien consideró que los turnos, que a priori parecía que iban a ser negativos, “han facilitado que el público se disemine durante todas las horas del día y no haya habido horas muertas”. También advirtió la ausencia de la gente mayor, algo que relacionó con la obligación de hacer la reserva on line para acceder a Landako. “En nuestro caso, como publicamos literatura para adultos, y a menudo los lectores ya saben lo que quieren, nos ha ido bien. En literatura infantil y juvenil ha tenido más impacto”, especificó Leire López, editora de Susa argitaletxea, quien aseveró que han vendido tanto novedades como libros del fondo.

Es en el ámbito musical donde más manifestaron el descontento en relación al aforo reducido. Ritxi Aizpuru, responsable de comunicación de Baga Biga, señaló que sus ventas se han reducido un 75%, en proporción a la disminución de visitantes que asistieron. “Estamos muy cabreados, no lo podemos disfrazar de ninguna forma”, exteriorizó Aizpuru, para quien la perdida de aforo ha sido excesiva y ha conllevado que los jóvenes de 12 a 22 años no acudan, algo que les ha afectado. En ese sentido, aseguró que para las autoproducciones ha sido aún más complicado, porque tienen que compensar todos los gastos del desembarco en la Azoka sin apenas ingresos. Más moderada, la cantautora Izaro Andrés reconoció que hay cierta “crispación” entre los músicos. Sin embargo, puso en valor el trabajo de Gerediaga para hacer la Azoka presencial. “Nosotros somos unos privilegiados porque siempre vendemos, pero es verdad que bastante menos que otros años”, expuso.

“Es posible que algunos elementos de la Azoka ‘online’ desaparezcan y otros permanezcan”

Gerente de Gerediaga Elkartea

“Es positivo que se haya recuperado la presencialidad pero la Azoka no es suficiente”

Directora de la editorial Elkar

“Somos privilegiados, siempre vendemos, pero es verdad que menos que otros años”

Cantautora