Son y viven en Gasteiz. Sus orígenes familiares están en países como Marruecos, Argelia, Colombia, Brasil, Inglaterra, Mauritania, Mali o Portugal, entre otros. Y más allá de otros puntos en común, hay algo más que les une, su participación en la obra de teatro El bucle.

Se trata de un montaje compuesto por siete piezas en las que todo el proceso -desde la escritura del guión hasta el diseño de iluminación pasando por la interpretación- ha estado en manos de los jóvenes participantes en la experiencia, que se enmarca dentro del proyecto Gazte Hiria. La puesta de largo de la propuesta se va a producir este jueves a las 18.30 horas en el escenario del centro cívico Aldabe.

Gazte Hiria es un proyecto que busca que adolescentes y jóvenes sean motor y agente de cambio social. En él han participado desde el pasado mes de marzo más de 80 personas con edades comprendidas entre los 13 y los 25 años, muchas de ellas pertenecientes al Programa de Educación de Calle quienes, con metodologías de creatividad aplicada, han definido siete ámbitos que tienen en común la necesidad de normalizar la diversidad.

Estas áreas son: soledad juvenil, salud mental en personas jóvenes, diversidad sexual, violencia callejera, malos tratos a hijas e hijos por padres y madres muy exigentes, diversidad y respeto y estereotipos y acoso escolar.

Por cada uno de estos campos han definido un reto en el que señalan el qué, el para qué, el para quién y el por qué. El bucle es la forma en la que los participantes en Gazte Hiria quieren hacer públicos los resultados de este proceso de reflexión y análisis, una obra de teatro que ahora se comparte con la ciudadanía en su conjunto.