¿Puede sonar el Boga Boga de Jesús Guridi como si el compositor gasteiztarra hubiera nacido en Jamaica? Es posible. De hecho, es una realidad, una de las 14 canciones que componen el proyecto Reggaean Jarrai. Euskal folklore Jamaikarra Otros tantos grupos de diferentes puntos de Euskal Herria, entre los que se incluyen los alaveses Siroko y Trikoma, han tomado parte en esta aventura que lleva dos años gestándose, una apuesta que ha conseguido sobrevivir a la pandemia y que, bajo el impulso de Pantx Records, ofrece una singular mirada sobre el folklore vasco, la que viene marcada por el ska y el reggae.

Ahora que se acerca la Azoka de Durango, el disco ha tomado forma definitiva y, en el caso de tierras alavesas, se puede encontrar en Old Tower Stuff. Para llegar hasta este momento, ha sido necesaria la participación de más de 250 personas y la implicación de 45 colectivos culturales y sociales, que han sabido sumar para armar un repertorio que se abre, precisamente, con la versión que Errementarians & Sanfran Korue han hecho de la mencionada composición de Guridi.

Como explican los alaveses Siroko, cada banda ha podido seleccionar el tema que quería llevar a su terreno. En su caso, se han decantado por el canto popular Fandango. En lo que respecta a Trikoma, los también alaveses han puesto su mirada en Xabier Lete y Lourdes Iriondo, de quienes han versioneado Itsasoan urak handi dire. Ambas bandas grabaron sus respectivas canciones en los Kantauri Studios de Bilbao, aunque en el proyecto han tomado parte diferentes locales y técnicos, puesto que también en el carácter del mismo está el espíritu de trabajo en auzolan, en comunidad.

Mezcla de sonidos

El experimento está servido. Desde el primer momento, como explican los responsables de la iniciativa, se ha partido de esa relación que a través de la música se ha establecido en las últimas décadas entre los sonidos jamaicanos y no pocas bandas de Euskal Herria que han trabajo y lo siguen haciendo -también entre las nuevas generaciones- con el ska y el reggae, sin olvidar la labor de Dj, productores y demás. Ese puente sonoro, en esta ocasión, se refuerza con esa invitación a los grupos participantes para hacer suyas composiciones de Oskorri, Anje Duhalde o Mikel Laboa, que es protagonista en más de una ocasión.

En la Azoka está previsto hacer una presentación oficial del trabajo, aunque el vinilo ya está a la venta en distintos puntos. Lo que, de momento, parece imposible es poder llevar a cabo un concierto conjunto con las 14 bandas participantes, sobre todo teniendo en cuenta la situación sanitaria y las decisiones de las autoridades a un lado y el otro del Bidasoa. Aún así, soñar es gratis y seguro que todos los implicados en esta aventura estarían más que dispuestos a protagonizar lo que, sin duda, iba a ser un festival bastante llamativo.

De momento, el ska, el reggae y la música vasca inician en este álbum una nueva relación, que además ha sido posible gracias a la implicación, en muchos sentidos, de personas y entidades diferentes, más allá de que les una el amor por los sonidos jamaicanos. No es nada sencillo poder llevar a cabo un reto de este tipo, que implica a un número tan importante de intérpretes, técnicos y demás, máxime cuando el grueso de la idea se ha llevado a cabo en el contexto de la pandemia. Ahora es el momento del público, de que se dejen llevar por estas interpretaciones singulares de temas conocidos pero nunca realizados de esta manera. Y ahí está el sello alavés de Siroko y Trikoma.

En la iniciativa de Pantx Records, cada grupo ha podido elegir la composición que ha llevado a su propio terreno sonoro

El proyecto, en su formato de vinilo, se hace realidad tras dos años de trabajo y la participación de unas 250 personas y 45 colectivos