Lejos parecen quedar esos últimos días de septiembre, cuando la cuadragésimo sexta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz empezó su andadura, todavía con restricciones de aforo por la situación sanitaria, entonces relajándose y no como ahora. Pero ha llegado el momento de poner el broche, por lo menos en lo que respecta al público adulto y al Principal. Un adiós que va a tener como protagonistas a Aitana Sánchez-Gijón y Marta Poveda, quienes junto Bruno Tambascio, van a dar vida a Malvivir, obra que viene con el sello siempre inconfundible de Álvaro Tato y Yayo Cáceres.

Como viene siendo habitual este año, la cita con el público en el centenario edificio de la calle San Prudencio se producirá a partir de las 19.30 horas. No son muchas, pero todavía quedan algunas entradas en el anfiteatro segundo, pases que se pueden conseguir por 12 euros cada uno. A partir de ahí, toda la atención se centrará en esta nueva propuesta de Ay Teatro, cuya marca de la casa ya se conoce en tierras alavesas gracias, por ejemplo, a Todos hieren y una mata.

En este caso, según explica la compañía, se presenta una reflexión sobre la libertad y la supervivencia, una visión tragicómica del siglo XVII, y un rescate de la literatura picaresca femenina del Barroco. Para ello, se toman como referencia fragmentos de La hija de Celestina de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, La niña de los embustes de Alonso de Castillo Solórzano, La pícara Justina de Francisco López de Úbeda y Tres letrillas y un romance de Francisco de Quevedo.

Sobre estas bases, se construye un “viaje a la cara oscura del Siglo de Oro; un recorrido por las distintas capas sociales, escenarios y personajes de una época turbulenta y fascinante. Malvivir es también la historia del amor desgarrado y salvaje entre Elena y Montúfar; dos pícaros miserables en una España de esplendor y hambruna, de ensueño y engaño, de fe y brujería, de ilusión y muerte”.