Las salas del Museo Etnográfico de Artziniega han sido escogidas de nuevo por un proyecto cinematográfico -el del cortometraje Camila Hunck, que podría convertirse en serie- para los dos primeros set de rodaje, de un total de seis, previstos abordarse este sábado y domingo.

El porqué de esta localización lo explica su director, Antonio Pérez: “este museo reúne todas las condiciones especiales de escenario que buscábamos. Su escuela de época franquista para ambientar a una de nuestras protagonistas, la profesora de un aula de los años 50, a la que dará vida Leire Orbe, acompañada de otros 16 menores, entre los que también estará la propia Camila (Ane Fuentes); y su cocina de baserri, para situar el interior de una casa de montaña con fuego bajo de la misma época, y en la que reside el abuelo, Ramón Barea, que tengo que decir que es una gozada contar con él. Un grande que siempre se involucra en proyectos pequeños”, confiesa.

No es el único, ya que el elenco cuenta también con actores de la talla de Asier Hormaza (el francés enviado), Diego Pérez (el maqui huido y herido) o Iñaki García de Tarima (el herrero), entre otros nombres tales como Mikel Josu, Raúl Moreno Supervia, y hasta un lobo de nombre Alfa, “que ya ha tenido varios encuentros con nuestra Camila, y se llevan bien”, señala, para dar cuenta de los largos años de preparativos e investigación que hay detrás de esta cinta, sin fecha de lanzamiento a la vista, ya que “lo queremos hacer con humildad, rigor y sin prisas”, subraya.

De hecho, Camila Hunck, aunque es un corto redondo y cerrado -protagonizado por Camila, una niña enlace maqui de la posguerra en Asturias, que cohabita con las ánimas de la bolsa de resistencia neandertal en la cueva de los fugados- “es un proyecto piloto para una serie, tras haber descartado abordar, por su alto coste, el largometraje épico Cavernarius, en el que comenzamos a trabajar en 2016”, explica Pérez. En este sentido, “si sale bien”, también está previsto realizarlo en formato de mediometraje, como piloto de una saga de cinco capítulos. “Una especie de puzzle en el que sus diferentes protagonistas se entrecruzan casual y puntualmente; y algo posible por la estructura narrativa completa de cada una de sus tramas, de modo que el espectador va construyendo la historia a medida que avanza el metraje, no lineal en el tiempo”, matiza.

De igual forma, Pérez adelanta que, aunque Camila Hunck pueda parecer nombre y apellido, es en realidad la suma de dos personajes: “Camila, una adolescente de 11 años y enlace maqui y, su álter ego, el joven neandertal Hunck”. Y es que el público está ante una historia de realismo mágico, con buena dosis de drama épico-histórico, que aúna dos especies extemporáneas, antropológica e históricamente hablando, que comparten un mismo espacio -la cueva- en su lucha por la supervivencia y su huída a ninguna parte. “No huye del estereotipo de las propuestas realizadas hasta el momento en tema maquis, acosados por las fuerzas represoras del régimen franquista, pero se aventura en recrearlo y aunarlo, por primera vez, con la épica del ocaso neandertal, como los primeros fugados de nuestras cuevas, huyendo de los cromagnon”, aclara.

Otros escenarios

En concreto, la trama da comienzo cuando, tras la traición y una emboscada en la que son aniquilados una partida maqui, uno de ellos logra huir y encuentra cobijo en la Cueva de los Fugados. Camila, joven adolescente enlace de la guerrilla, se encargará de su cuidado y protección, poniendo en riesgo su propia vida y la de los suyos. La cueva, en la que también habitan las almas de sus primeros moradores, neandertales también huidos, se convierte en un enclave de ensoñación en el que convergen dos mundos que luchan por la supervivencia hacia un desenlace inevitablemente trágico.

El abuelo de Camila, la maestra, los agentes represores... son algunos de los personajes que estructuran la narrativa de este episodio del pueblo asturiano de El Condado, para cuya recreación el equipo de rodaje se trasladará los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre, a Lanestosa, en las Encartaciones vizcaínas. Un municipio medieval que, como en el caso del Museo Etnográfico de Artziniega en interiores, ha resuelto todas las necesidades de escenarios exteriores, “desde la cueva, caminos forestales y enclaves de montaña, hasta una plaza que requiere poca recreación de época y todo un pueblo involucrado, que nos ha abierto casas y albergue para alojarnos”, agradece Pérez. Antes, el lunes 25 de octubre, acudirán al enclave de la ferrería del Pobal en Muskiz, concretamente a su fragua, para rodar el set concerniente al encuentro entre maquis y Guardia Civil, que desencadena la trama. Una historia en la que la acción, la fantasía, el suspense y la moral más que cuestionable de sus protagonistas, se tornan cotidianos en el ambiente adverso de una sociedad rural de posguerra, sometida al miedo, la persecución y la muerte.