- La cuadragésimo sexta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz sigue abriendo los escenarios que la van a acoger este año, ya sin las restricciones de aforo. Hoy le toca el turno al escenario del Félix Petite (centro cívico Ibaiondo), que va a abrir sus puertas, a partir de las 19.30 horas, a La Intrusa (Premio Nacional de Danza), compañía creada hace un cuarto de siglo en tierras catalanas por los alaveses Virginia García y Damián Muñoz. En esta ocasión, vuelven a casa para compartir con el público su última producción, Prusik. Todavía quedan entradas disponibles a un precio de 15 euros cada una.

“Estamos felices de poder estar de nuevo en gira. Nosotros hemos podido actuar bastante en la península este tiempo, pero es verdad que nuestra agenda internacional, que siempre suele ser muy activa, se está empezando a recuperar ahora pero poco a poco”, apunta Muñoz, al tiempo que admite que, hasta el momento, “ha sido un poco triste mirar al patio de butacas aunque te dijeran que el teatro estaba lleno”. La pandemia está generando imágenes insospechadas y también está marcando los procesos de creación, como es el caso, aunque Prusik ha podido salir adelante y, de hecho, ya se podido ver, por ejemplo, en tierras alemanas.

Ahora llega a la capital alavesa para compartir con el público la comunidad de mujeres que protagoniza una propuesta con la que el grupo ha querido ser menos narrativo que en otras ocasiones para volver a la fisicalidad, “al cuerpo”. Para ello se crea un mundo que tiene sus propias reglas, algo propio y único. “Queríamos que el público se asomase a esta pieza como cuando se pone a ver un documental en la televisión”, apunta el creador vitoriano a la hora de presentar un montaje que discurre entre tres noches (de descanso, pesadilla y celebración) y sus correspondientes días.

Todo ello transcurre “en el ojo del huracán”, en un diseño escenográfico que dibuja esa “calma rodeada del caos”, en unos elementos que se configuran casi como una instalación artística en sí misma. Ahí se sitúan las bailarinas que protagonizan la propuesta, aunque en el caso de la capital alavesa no ha sido posible al final contar con intérpretes invitadas. “Las bailarinas que habían sido seleccionadas, por suerte, están ahora con la agenda al completo”. Otra vez será. Seguro.

De momento, la formación regresa a la casa de sus fundadores con un montaje que se bautiza con el nombre de un nudo de agarre y bloqueo inventado por el alpinista Karl Prusik, una atadura de fricción con la característica de que se suelta al liberar la presión.