"Pase lo que pase este lunes en la gala de los Max, lo vamos a celebrar"

De hecho, el grupo, Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud, tiene en su mano llevarse con Úniko el galardón al mejor montaje para el público infantil, juvenil y familiar. Y hasta la capital vizcaína acudirá buena parte del equipo, salvo el títere protagonista de la obra, que, eso sí, ha colgado un vídeo en las redes exigiendo ir a la ceremonia.

Si toca subir al escenario, serán Iñaki Rikarte -encargado de la dramaturgia y la dirección- y el actor Tomás Fernández Alonso quienes acaparen los focos, representando a un amplio equipo técnico y artístico conformado por nombres como los de David Alkorta, Bingen Mendizabal, Ikerne Giménez o Maite Bayón, ganadora, gracias a esta obra, del Premio FETEN 2020 a la mejor interpretación.

“Dentro y fuera del dentro estaremos buena parte de Paraíso porque hemos decidido que, como hemos pasado momentos tan tristes, vamos a celebrarlo. Pase lo que pase, haber llegado a los Max ya es algo para festejar, sobre todo con un espectáculo que se iba a estrenar el 15 de marzo de 2020”, apunta Pilar López, coordinadora general de la compañía alavesa.

La chica que soñaba, de Cross Border Project, y Laika, de Obsidiana y Xirriquiteula Teatre, son las competidoras de Úniko, una reflexión sobre la familia, la convivencia, la educación y la formación de la autoestima. “Es un espectáculo que ha tenido un amplio recorrido, que ha estado en el Centro Dramático Nacional, que se ha estrenado en italiano” y que tiene por delante “un otoño bastante potente”.

En este sentido, López reconoce que la presencia en los Max es un siempre un trampolín importante, aunque ahora tiene un peso todavía mayor ya que según se van recuperando programaciones, se están estrenando muchas producciones que la pandemia dejó en el limbo. “La nominación hace que la obra pueda tener más visibilidad a la hora de diseñar las programaciones actuales”.

La situación no es fácil para nadie ni para nada. Úniko lo ha vivido en sus propias carnes. Se llegó a estrenar, de hecho, antes su versión en italiano que la de euskera. “No tenemos ni idea de lo que va a pasar este lunes. Lo que sí sabemos es que nosotros estamos contentos de haber llegado hasta ahí y de que el espectáculo se haya visibilizado en unos tiempos tan complicados para dar a conocer casi nada”.

Además, aunque Paraíso cuenta con reconocimientos más que importantes a lo largo de su extensa carrera, incluido el Premio Nacional, éste sería el primer Max que recibe. “En unos momentos acertamos más y en otros menos, como es lógico, pero parece que seguimos una línea que es interesante”, como demuestras galardones y nominaciones. Y eso se consigue, como para con esta propuesta, contando con “un equipo de trabajo alavés que hay que poner en valor. La creatividad se puede cocinar en muchos lugares diferentes, también en provincias”, sonríe López.

En ese “equipo”, Paraíso incluye también al público y los escenarios vitorianos, puesto que fueron imprescindibles en el proceso previo. No hay que olvidar, por ejemplo, las jornadas de puertas abiertas a la obra que se hicieron en diciembre de 2019 con el Principal como punto de encuentro. O la posibilidad de desarrollar la pieza en residencia en el Beñat Etxepare (centro cívico Iparralde).

“No perdemos de vista que esto es fruto también de una ciudad como Vitoria que ha permitido a este equipo ser compañía residente de uno de los teatros municipales. Deberíamos aprender a gestionar mejor los recursos públicos para los artistas, porque situaciones como ésta permiten hacer trabajos de más calidad. Todo aporta y en este caso también lo ha hecho la ciudad a través del Ayuntamiento”. Así lo subraya López, quien reconoce que el grupo de Abetxuko y Rikarte ya están dándole vueltas a una tercera colaboración tras Pulgarcito y Úniko con la mirada puesta en 2023.

“Esto es fruto de un equipo de trabajo pero también del aporte de Vitoria”

Paraíso