Llegó el último sábado de junio de 2020 y no pudo ser. El calendario avanzó doce meses, pero en este 2021 tampoco ha sido posible. Seguro que dentro de un año, el municipio de Elburgo podrá recuperar sus fiestas temáticas. Será un magnífico indicativo sobre la evolución de la pandemia. Quizá en ese momento, el artista Juan Pablo Álvarez tenga que empezar otro libro, una segunda parte de un Gracias por venir que ya es una realidad palpable.

Una publicación que no puede sustituir al encuentro físico, a las carcajadas compartidas, a los bailes, los conciertos y otras muchas actividades, pero que sí es testigo de un pasado no tan lejano y una magnífica excusa también para dejar escapar alguna que otra sonrisa en estos tiempos tan complicados.

"No es un libro de arte propiamente dicho, aunque la base sean los dibujos que he realizado. Es un libro de fiestas, de la gente", comenta el autor sobre un trabajo que se presenta este jueves a las 19.30 horas en el salón de actos del Ayuntamiento de Elburgo, la institución que ha hecho posible que el proyecto se pueda tener entre las manos.

En total, se han editado 650 ejemplares, de los que la gran parte están destinados a quienes habitan el municipio en las localidades de Añua, Arbulo, Argomaniz, Elburgo, Gaceta e Hijona. Unos pocos, además, se destinarán a archivos y bibliotecas.

Hace más de un cuarto de siglo, el Ayuntamiento de Elburgo empezó a organizar una fiesta del municipio. "Llegó un momento en el que, de forma espontánea, algunas personas propusieron hacer una concentración de vehículos clásicos y se hizo un recorrido por todos los pueblos" recuerda la alcaldesa Natividad López de Munain.

Ahí estuvo la semilla para crear las fiestas temáticas que se instauraron en 2011. Cada año se escogía un motivo -desde la feria de abril hasta los payasos de la tele, por ejemplo- y se hacía que el programa y el ambiente girase en torno a esa excusa. Todo ello, además, desde la participación directa de la vecindad.

Así hasta 2019, claro. "Es lo que Juan Pablo empezó a reflejar en sus dibujos", en 38 obras que se recogen en la publicación acompañadas por recuerdos y frases de sus protagonistas. Además, de cada año se incluyen los carteles, una explicación de esa edición, algunas anécdotas y sucedidos, así como un buen puñado de fotografías, una recopilación que, como la fiesta, también ha tenido un marcado carácter participativo.

Cuando Álvarez empezó a crear, el libro no era ni siquiera una idea, pero "pronto vi que tenía una serie y empecé a unificar formatos y formas". Con ese material vino la invitación al Consistorio para publicar el resultado, aunque justo apareció la pandemia. Poco después, fue el Ayuntamiento el que propuso recuperar el camino. "Tiene un punto nostálgico; ya que no puede darse la fiesta, aquí tenemos nuestros recuerdos en los que sentirnos reflejados", añade María Pilar Mesanza, concejal de Cultura.

No se descarta que con los dibujos se haga una exposición, primero en Elburgo y después en Vitoria, donde Álvarez ya tiene un espacio que quiere mostrar la obra. Todo llegará. De momento, mañana se presenta Gracias por venir.