En la actualidad, de Ochate sólo queda una torre, una ermita y dos casas. Es un poblado que está muerto pero que sigue conservando una historia muy viva en sus ruinas.

Hasta ahora, el único trabajo que había profundizado sobre sus misterios a nivel documental era el libro Ochate, realidad y leyenda del pueblo maldito de Antonio Arroyo y Julio Corral. Ahora, los dos autores gasteiztarras vuelven a la carga con su segundo trabajo Reencuentro con Ochate, un libro directo, desenfadado y sin tapujos donde no solo van a refutar con una investigación meticulosa y exhaustiva la verdad sobre los relatos más conocidos, sino que van a aportar nuevos testimonios y valoraciones.

Según Corral, es un libro más fresco en el sentido que no les preocupa "qué pueda opinar cierta gente de nosotros o ciertos grupos de personas sobre este mundo". Este rincón del Condado de Treviño resguarda dentro de sus ruinas diferentes mitos contados por curiosos y amantes de lo paranormal. De hecho, Corral admite que es difícil desmitificar la historia de Ochate "porque la gente va allí buscando el misterio y lo acaba encontrando".

Este pueblo despoblado sigue siendo un lugar de culto y de peregrinación para los amantes de lo paranormal. Su famosa leyenda negra comenzó en los años ochenta con el artículo Luces en la puerta secreta publicado en la revista Mundo Desconocido, donde Prudencio Muguruza afirmaba -con una fotografía- haber visto un OVNI volando en las cercanías de Ochate mientras daba un paseo.

Algunos expertos en la materia opinan que esa fotografía es falsa al igual que la versión contada en ese momento. De hecho, los autores profundizan sobre ello en uno de los capítulos de su libro. Arroyo, un amante de la historia y la investigación, explica que "todo lo que los archivos históricos han ido sacando nos dice que esa leyenda se ha caído como un castillo de naipes. Ante las evidencias se prueba que fue una invención".

Sumado a ello, Corral explica que "ese artículo está plagado de referencias de escritos que casualmente desaparecieron en un incendio y del que nadie tiene constancia, ni en el obispado de Calahorra ni en el de Vitoria".

Otro de los grandes mitos que han perdurado en el tiempo es que este enclave alavés se quedó desolado por las epidemias. Sin embargo, los datos censales y "los registros históricos desmienten esta teoría".

Según Arroyo "nosotros hemos ido construyendo una secuencia que llega desde el neolítico hasta la actualidad en la cual hemos pasado por los diferentes periodos históricos y hemos hablado del porqué el pueblo está allí y cómo se deshabitó. Eso por sí solo ya se ve que acaba con esa falsa leyenda".

CONTENIDO

El libro está dividido en tres partes. La primera se enfoca en la famosa leyenda negra. La segunda es la parte histórica que se remonta a sus orígenes, su toponimia -es decir, el por qué de su nombre-, su religiosidad y costumbres. También hace referencia a la torre de Ochate, la Ermita de Burgondo y el descubrimiento de las ruinas de San Pedro de Chochat -un enclave del cual se hace un pequeño guiño en la historia de El silencio de la ciudad blanca-.

La tercera parte se centra en su esencia enigmática, cargada de relatos, leyendas y cuentos, apariciones, desapariciones, psicofonías y fantasmas -Caso de Mikel Colmenero y la dama de negro- que aparecen en diferentes testimonios que se han recogido a lo largo de estos años.

La parte oscura de Ochate también recoge referencias a suicidios y desapariciones al igual que a un avistamiento OVNI en la torre del pueblo registrada por el riojano Javier A.B en el verano de 1992, un segundo asesinato con episodios de canibalismo o la aparición de símbolos que relacionan el pasado del lugar con una célebre orden militar.

Aunque muchas de estas leyendas han sido desmentidas, los muros de este pueblo siguen albergando incógnitas que aún no se pueden explicar. Tal como dice Arroyo, "yo definiría a Ochate como un puzzle. Para entender el fenómeno hay que separar pieza por pieza y analizarlo".

Por su parte, Corral admite que "se han podido recopilar muchísimas historias, alguna de ellas basadas en una mala interpretación de algún fenómeno natural, otras provocadas por la sugestión, pero es cierto que hay casos que no se pueden explicar". El proceso de documentación para esta investigación ha durado dos años y medio y ha hecho que sus autores hayan recorrido seis provincias buscando archivos históricos.

"Yo definiría a Ochate como un puzzle. Para entender el fenómeno hay que separar pieza por pieza y analizarlo"

"La historia de Ochate no se va a desmitificar porque la gente va allí buscando el misterio y lo acaba encontrando"