Fue el 31 de octubre de 2015. A los 23 minutos de despegar, el vuelo 9268 de Metrojet se estrelló. En su interior, sobre todo había turistas rusos que volvían a San Petersburgo tras pasar las vacaciones en Sharm el-Sheij (península del Sinaí). Como cualquier otro día, Pedro Fernández de Retana se encontraba aquella jornada en Radio Vitoria y al ver el teletipo de agencias informando de lo sucedido, comentó con una compañera de la redacción qué podría haber sucedido. Justo ahí, en ese momento, se prendió la chispa de su primera novela. Hoy, Jaque mate en Tel Aviv (Carena Ediciones) se presenta de manera oficial.

El acto se producirá, con acceso gratuito hasta completar el aforo, en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa a partir de las 19.30 horas. Será el momento de descubrir de primera mano algunos de los secretos de una historia que comienza a once mil metros de altitud, cuando un avión israelí con ciento setenta personas a bordo desaparece en medio del Mediterráneo. Solo saben lo que ha pasado un príncipe de la familia real saudí, un mafioso ruso muy bien relacionado en el Kremlin y el piloto, hijo de un héroe de la guerra del Yom Kippur. Y hasta ahí se puede contar. “La pretensión es que el lector se divierta y se entretenga, que esté enganchado en todo momento. En cualquier faceta de esta vida de lo que hay que huir siempre es del aburrimiento”, dice Fernández de Retana.

El periodista, escritor y piloto reconoce, de hecho, que él es el primero que ha disfrutado y mucho la realización de su primera novela. “Me he divertido mucho buscando información, viendo documentales, leyendo otros libros”, armando los cimientos de una obra que se enmarca en el género del techno-thriller. “Es una literatura que siempre me ha gustado, aunque no se suele tener en consideración, tal vez porque es un género de masas” que tiene a sus máximos exponentes en autores como Tom Clancy y Michael Crichton.

En esta línea, el escritor tiene claro que su intención pasa por el hecho de que los lectores “crean que un día esa ficción que les estoy contando puede llegar a ser realidad”, un juego al que invita a personas de cualquier parte con una historia “global, que puede llamar a alguien de Vitoria o de donde sea”. Al fin y al cabo, por desgracia, cualquiera sabe, aunque sea de manera muy tangencial, que la zona donde el gasteiztarra Pedro Fernández de Retana sitúa su primer libro “siempre está de actualidad. Es como sentarte en un barril de pólvora”.

De todo ello se hablará esta tarde en la presentación de una primera novela que el autor tiene claro que no será la última. De hecho, para 2022 ya hay una idea sobre la mesa, también dentro del mismo género y tal vez con China como epicentro.