Expresar, contar, atrapar, imaginar y transmitir en solo 100 palabras. No hay más. Es el máximo. Es la norma principal del EACWP Flash Fiction Contest, el concurso de microrrelatos más importante de Europa. En este 2021, el certamen ha recibido 2.000 creaciones, con las que se acaba de cerrar la primera ronda, una fase en la que se han elegido los 13 finalistas de este año, uno por cada categoría de idioma. De entre ellos, el próximo 15 de julio se elegirá al ganador y al segundo clasificado, un palmarés que puede tener sello alavés puesto que en el caso de las letras castellanas, el título elegido ha sido Los locos del escritor gasteiztarra Asier Susaeta Diez de Baldeón.

“Hay un nivel muy alto otra vez este año. Supongo que puede pasar cualquier cosa. En las ediciones anteriores nunca ha ganado el representante de lengua castellana y siempre tiene que haber una primera vez para todo”, sonríe el autor, que reconoce que ganar “sería una pasada”, más allá de que la pandemia impedirá que quien triunfa acuda a Bruselas para recoger su galardón, como se ha hecho otras veces. De todas formas, Susaeta Diez de Baldeón no va a tener que esperar mucho para saber el resultado. Menos de un mes. “Estar en la terna final ya es muy importante”, una primera meta a la que ha llegado a través de la Escuela de Escritores, entidad fundadora de la Asociación Europea de Programas de Escritura Creativa, organizadora del certamen.

En cuanto a su microrrelato, Los locos responde, como el resto de los presentados, a la temática seleccionada este año, una idea basada en la palabra fuera. “Lo que planteo es la historia de una chica que convive con lo que parecen unos locos que se piensan que están fuera de un manicomio. Juego con la idea de dentro-fuera, con esa percepción de cómo, a veces, los que pensamos que son los locos no lo son, y viceversa”. Todo ello sin pasarse del centenar de palabras. “Es algo muy complicado si quieres contar bien. Tienes que conseguir que el lector atraviese una historia, que se ubique y plantearle un argumento que incluso le pueda dar algo sobre lo que pensar. Eso te lleva a ser muy económico con cada palabra. Cada frase tiene que tener contenido y servir para guiar al lector. No es fácil”, apunta el escritor.

De su capacidad para el microrrelato es un muy buen ejemplo el libro Hierba veloz y púrpura, publicado en 2019 y en el que se recogían 111 creaciones de este tipo. De momento, en sus planes no está volver a compartir con el público una propuesta similar, entre otras cosas porque reconoce que la situación generada por la pandemia ha generado un contexto poco propicio para escribir, por lo menos en su caso. “No sé si dentro de un tiempo volveré a publicar algo de microrrelato o quizás tire por algo un poco más largo, de relato, que es algo con lo que también estoy trabajando. Ahora mismo, dejo que cada idea que aparece tome la dimensión que necesite y ya veremos”. Tal vez sea una historia sobre cómo ganar un importante premio literario.

“Hay un nivel muy alto otra vez este año. Supongo que puede pasar cualquier cosa”

“Cada frase tiene que tener contenido y servir para guiar al lector. No es fácil”

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