- BTS, la banda surcoreana de K-pop, ha vuelto a conquistar las listas estadounidenses con su cuarto número uno. Puede que su última canción, Butter, no sea la más escuchada según sus reproducciones en streaming o el apoyo de las radios, pero sus fans se movilizaron en masa para comprar el sencillo gracias a descuentos patrocinados por su discográfica. Desde los Jackson 5 en 1970, ninguna formación había conseguido debutar en el número uno tantas veces en tan poco tiempo. El caso de BTS es el último ejemplo de las tácticas utilizadas por artistas como Taylor Swift, Drake o Harry Styles para inflar sus estadísticas, como incluir copias digitales de sus discos en artículos de merchandising o publicar varios vídeos de una misma canción.

A finales de mayo, BTS puso su nueva canción a la venta por 69 centavos -muy por debajo de lo habitual- y la acompañó de una versión instrumental que también contaba en el Billboard Hot 100, la lista principal de EEUU. Era una maniobra premeditada para que su masa de fans, conocida como ARMY, adquiriera la canción en repetidas ocasiones e inflara las estadísticas, que otorgan más puntos a las ventas que a las escuchas en streaming o reproducciones en radio. “Si uno mira las listas, tendrá una idea completamente distorsionada de cómo de popular es realmente BTS”, escribió Trom Breihan en una columna de la revista musical Stereogum.