Hay lugares, físicos y simbólicos, que deberían estar abiertos pero a los que hay quien no termina nunca de poder acceder. Aunque cuando a veces se llega a ellos, aparecen las dudas sobre qué hay que hacer, cómo actuar o qué herramientas son necesarias para saber aprovechar el estar ahí. Son esas sensaciones las que Carolina Mattos aborda en Sobre la espera y ocupar espacios, exposición que se abre hoy en ARTgia, donde va a permanecer hasta el 27 de junio.

Es la silla el elemento que le sirve a la creadora argentina -aunque tiene su residencia en Gasteiz desde hace unos años- para hilar una muestra que se va construyendo a través de una serie de cuadros realizados con madera, lana y pintura acrílica. Elementos con los que expresar sus propias esperas, como ella misma explica, que tienen que ver con su condición de mujer, pero también con la de artista y la de migrante. En los tres casos, a veces por separado pero otras en combinación, los muros que impiden acceder a determinadas áreas, espacios, reconocimientos o niveles están presentes. Por ser ella y no él, por ser una creadora y no otra, por ser de fuera y no de aquí, las puertas de lo que debería estar abierto, permanecen cerradas.

Pero Mattos va más allá. Si se llega a ese lugar esperado, como le sucede a ella con un espacio expositivo al que accede por primera vez, aparecen “las inseguridades” por no haber estado allí, por no tener “las herramientas” para desarrollar de manera más adecuada un proyecto. “No sé si quien visite ARTgia llevará tan lejos esos pensamientos al ver las obras”, dice con una sonrisa la creadora, pero son los impulsos que motivan esta producción. “La espera no es un concepto abstracto, es un espacio vacío de sujeto y a la vez un sujeto buscando un espacio. ¿Qué pasa cuando espacio vacío y sujeto no se encuentran en la misma dimensión? ¿Por qué vemos tantos espacios vacíos y no podemos dar el paso de ocuparlos? ¿Y para quiénes están reservados si somos tantas las personas inquietas sin tener un lugar donde dejarnos estar?”, se cuestiona la artista nacida en Buenos Aires.

Mattos llega al espacio de la calle José Lejarreta de la mano de la actual edición de la convocatoria de ayudas a las artistas locales EmArt, una apuesta de la sala fundada y dirigida por Irantzu Lekue por visibilizar a las creadoras del territorio. En este 2021, ya han tomado parte en el programa expositivo dentro de este marco Alejandra Bueno y Nefer Olaizola. Tras el paso de Mattos, el camino se cerrará en julio con Xialu Zurutuza. De momento, eso sí, el protagonismo está en Sobre la espera y ocupar espacios.