- Tras ponerse en marcha hace justo una semana con la presencia de La Excavadora y Crim, el Iradier Arena empieza a coger velocidad de crucero dentro de la actividad cultural que se va a desarrollar en el espacio hasta septiembre de la mano de los agentes locales participantes de la asociación Kultura Bizia. Hoy se da un paso más, además uno importante porque la presencia de artistas y formaciones llegadas de fuera está siendo casi un milagro desde marzo de 2020 en cualquier disciplina. Talco protagonizará un cartel que también va a contar con la presencia de The Potes.

Está previsto que sea a las 17.30 horas cuando se abran las puertas de la plaza. Unos 30 minutos más tarde comenzará el primer de los conciertos. No muchas, pero todavía quedan algunas entradas a la venta, por lo que los más rezagados podrán encontrar todavía sitio, además bajo techo, que teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas no es mala idea. Cabe recordar que, tras el cambio en la normativa del Gobierno Vasco, habrá además servicio de barra.

A partir de ahí, los primeros en hacer acto de presencia serán The Potes, que acuden a la capital alavesa para poner de largo en directo su nuevo disco, un Damurik ez, bihotza aske que se ha hecho realidad hace escasos días. A punto de cumplir un decenio desde su puesta en marcha, la formación vuelve a la carga con su mezcla de rock, folk y punk, con la esperanza de que más pronto que tarde, el público pueda volver a vivir en pie y a botes sus conciertos. Todo llegará.

Después será el turno de unos Talco que desde el pasado sábado están desarrollando una pequeña gira estatal con paradas en Barcelona, Madrid, Zaragoza, Vitoria y Valladolid. La idea es poder desgranar los temas de su último disco, Locktown, un trabajo muy marcado por la actual situación pandémica. De hecho, el grupo ha creado para editarlo y presentarlo una especie de versión de sí mismo bautizada como Talco Maskerade. Los componentes son los mismos, pero caminando por sendas más cercanas a lo acústico, al folk, a una propuesta adaptada a estos tiempos de aforos reducidos, espectadores sentados, geles y mascarillas. Un álbum que tiene su traslación al directo en los mismos parámetros y que es el espectáculo que se trae al Iradier, aunque a alguno le parezca complicado imaginarse en estos términos a la formación de ska punk. Temas ya conocidos y canciones creadas para este proyecto de manera específica se dan la mano en un disco con el que los italianos quieren reencontrarse con su público.