“Trata lo sobrenatural, la muerte, la locura, la introspección y el amor, todo ello contado a través de claves del arte”. Con estas palabras, la artista Dorleta Ortiz de Elguea presentaba el pasado mes de octubre en estas páginas el relato con Un cadáver delicioso, obra en la que la pintora ha debutado como escritora de narrativa. Ya entonces, anunciaba, a pesar de la incertidumbre de la crisis, que la intención era realizar en Zuloa una exposición a partir de las ilustraciones creadas por Detritus para un libro generado entre ambos. Dicho y hecho. El momento de la muestra ha llegado.

En concreto, hasta el 11 de septiembre, la librería de la calle Correría llena su veterano espacio expositivo con cuadros que salen de las páginas para adueñarse de las paredes. No se trata, de todas formas, de hacer una traslación, por así decirlo, matemática del libro a la muestra. Al contrario. Detritus comparte lo realizado para el relato, mostrándoselo al público en otro contexto, de otra manera, pero sirviéndose también de estas piezas para ampliar la mirada e incluir diferentes óleos que, desde un punto de vista temático, tienen relación. Algunos de reciente factura. Otros un poco más veteranos.

En todos ellos, por supuesto, el sello de Detritus es inconfundible. Por eso, aunque en un momento dado se lanza a contextualizar algunas de las piezas, termina recordando que “es el público el que tiene que ver, yo no tengo nada que explicar”. Además, para completar el conjunto, el artista recupera otro libro de autor realizado por él anteriormente, otra muestra de esa inquietud que, más allá del formato, le llevó a caminar junto a Ortiz de Elguea en este relato del que se editaron unos 200 ejemplares (todavía se puede conseguir alguno en Zuloa).

En Un cadáver delicioso, de hecho, ambos se han ocupado y preocupado de todos los aspectos, puesto que al principio estaba previsto que el relato se publicase con un editor con el que, al final, no se llegó a un acuerdo sobre cómo tenía que salir el libro. Los dos sabían muy bien qué querían y decidieron apostar por llevarlo a cabo, más allá de la pandemia y de lo que fuese.