- La escritora barcelonesa Claudia Catalán tiene claro que “lo único que sale de una guerra es dolor”, pero aún así le gusta pensar que su primera novela, La Puerta Roja, que transcurre durante la guerra civil española, es “esperanzadora” y, en ella, “la vida, el amor y la solidaridad” se imponen sobre la muerte.

En su debut en el género novelístico, Claudia Catalán ha escudriñado en sus recuerdos, ya que la autora se ha inspirado en las historias sobre la Guerra Civil que de niña escuchaba contar a su abuela.

La historia ocurre en el contexto de una guerra, pero “no vemos las trincheras o las batallas”; desde la mirada de una niña, la obra relata el conflicto desde “la intimidad”, mostrando cómo este afecta a una familia de un entorno rural y humilde.

Catalán (Barcelona, 1991) cree que “narrar la guerra desde ahí permite que el lector se sienta dentro de la historia”, y hace que la obra sea más “humana y cercana”. Según la autora, relatar los hechos desde el punto de vista de una niña es “ interesante”, ya que “su inocencia e imaginación le permiten ver tanto lo bueno como lo malo de su entorno y las personas que le rodean con transparencia”.

En realidad, La Puerta Roja no empezó como una novela, sino como “apuntes” en los que Catalán recogía las anécdotas de su abuela Sacra, pero hubo un momento en que la autora sintió que la historia de la familia “pedía ser contada”. Catalán defiende que es “importantísimo” mantener vivo el testimonio de aquellas personas que vivieron la Guerra Civil para “no olvidar nuestro pasado” y “evitar repetir los errores que se cometieron”.

La autora indica que este recuerdo es importante en un momento como el actual, en que en el ámbito político “hay unas tensiones brutales” y el ambiente es muy “beligerante”, lleno de “enfrentamientos y rencores”. Centrar la historia en el universo concreto de una familia también permite a Catalán dar cuenta de la “complejidad” y la “absurdidad” de una guerra: la novela muestra el ejemplo de unos hermanos que batallan en bandos opuestos de la guerra, ninguno por elección propia.