El fin del estado de alarma no supondrá el fin de las restricciones, que ahora decidirá cada comunidad autónoma, lo que hace que en el mundo de la cultura no vaya a haber gran diferencia respecto a la situación actual, aunque de los sectores consultados por Efe, la música en directo y el cine se muestran optimistas.“La caída del estado de alarma tendrá un impacto positivo en la música en directo. El final del toque de queda y de los confinamientos perimetrales ayudarán a normalizar los conciertos y debería facilitar la reactivación de la compra de entradas”, opina Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM).

Destaca en este sentido las medidas restrictivas que “han dificultado la logística de los conciertos, abocados a constantes cambios, como modificaciones en el horario del toque de queda o confinamientos varios que nos han obligado a nuevos horarios de los eventos y a la devolución de entradas por todos estos motivos o incluso al aplazamiento o cancelación de los conciertos”. En esa línea, Kin Martínez, presidente de la federación musical Es_Música, ha pedido que las normas que se tomen a partir de aquí sean “de una manera unificada” en materia de seguridad y salud, con “un protocolo para este sector que ha demostrado ser más seguro que otras actividades”. “Que las competencias de cada comunidad autónoma les permita que adopten sus propios criterios es terrorífico para el conjunto de la industria musical”, ha señalado a este respecto. Martínez ha recordado la “urgencia” de tomar estas medidas ante la “planificación” de la campaña de verano, que se está realizando ahora mismo.

Con un 80 % de las salas de cine abiertas desde que recuperaron la actividad en Semana Santa, los exhibidores están más pendientes de que las grandes distribuidoras se decidan a estrenar los potenciales taquillazos retenidos en el calendario por la pandemia que del fin del estado de alarma. Borja de Benito, portavoz de la federación de exhibidores FECE, señala que lo único que podría afectarles del fin del estado de alarma es la eliminación del toque de queda, pero ni siquiera eso está claro y la situación actual es de “incertidumbre”. “Sin estado de alarma lo que las comunidades autónomas no podrán regular es un toque de queda, pero sí pueden decir que los negocios tengan que cerrar por ejemplo a las once”, señala, por lo que finalmente la decisión estará en el tejado de cada gobierno autonómico.

“Después de un año estamos acostumbrados a tener 17 legislaciones distintas”, asegura. Desde que comenzaron las restricciones FECE viene reclamando una homogeneización de las medidas. De hecho, en cada comunidad autónoma tienen distintos porcentajes de aforo -desde el 30 al 75 %-, niveles de alerta y política de alimentos distinta.

Tras un 2020 que cerró con una caída de los ingresos en taquilla superior al 72%, De Benito cree que habrá que esperar al verano y a los estrenos más comerciales para certificar la recuperación, pero sus expectativas son buenas.

El optimismo obedece a que llevan cinco fines de semana seguidos registrando ingresos superiores a los dos millones de euros -cuando anteriormente eran de 300.000 a 500.000 euros- y eso con películas independientes y reposiciones.

En el caso de los teatros, han ido ajustando sus horarios en función de la normativa impuesta por el toque de queda en cada comunidad autónoma, hasta el punto de llegar a programar algunas funciones matinales y las primeras de la tarde a las 16.30 horas. Sin embargo, una vez terminado el estado de alarma la intención de los teatros es seguir manteniendo los mismos horarios hasta final de temporada, momento en el que estudiarán otras alternativas. Y a los museos, el único punto que les puede afectar es el de los aforos, que podrán variar en función de lo que decida cada comunidad autónoma.

“Sin confinamientos perimetrales ni toque de queda, los conciertos se normalizarán”

Presidente de la APM

“Después de un año estamos acostumbrados a tener 17 legislaciones distintas”

Portavoz de la FECE (exhibidores de cine)