- La explosión de creatividad y el desenfreno que representaron “los locos años veinte” del siglo pasado quedan reflejados en la nueva exposición que acoge el Museo Guggenheim Bilbao y que invita al visitante a dar un paseo por la exuberancia de aquel momento.

La muestra “es un canto a la libertad, a la creatividad”, según resumió ayer en su presentación el dramaturgo y director operístico Calixto Bieito, que se ha encargado de la escenografía de la exposición en una primera e innovadora colaboración con el Museo Guggenheim. Obras de Christian Schad o Grethe Jürgen, muchos trabajos audiovisuales, fotografías, moda, muebles... son algunas de los más de 300 objetos representativos de distintas disciplinas artísticas (pintura, escultura, dibujo, fotografía, cine, arquitectura o diseño de mobiliario) incluidos en la exposición Los locos años veinte, que el museo bilbaíno acogerá hasta el próximo 19 de septiembre.

La muestra está organizada conjuntamente por el Guggenheim y la Kunsthaus Zürich y comisariada por Petra Joos, del primero, y Cathérine Hug, de la segunda. Sus responsables evidenciaron los paralelismos entre la década actual y los años veinte del siglo pasado, cuando la sociedad salía de otra pandemia, la de la llamada gripe española, y estaba sumida en una gran recesión económica tras la Guerra Mundial. La pandemia actual impidió la inauguración de la muestra hace un año, como pretendían sus responsables para conmemorar el centenario del inicio de una década caracterizada por “el afán de vivir, la explosión artística y en otros ámbitos y el afán de innovación”, destacó el director del Guggenheim Bilbao, Juan María Vidarte.

La muestra está centrada en la transformación de la cultura europea de aquella época, según señalaron las comisarias, y acerca al visitante a ciudades como Berlín, París, Viena y Zurich, donde se estaban produciendo grandes cambios y avances, algunos vigentes hoy día.

La exposición está estructurada en siete capítulos narrativos, que recogen expresiones de diferentes movimientos progresistas como la Bauhaus, el dadaísmo o la nueva objetividad e incluye iconos de la arquitectura y el diseño. Así, al público se le ofrece un recorrido por siete salas, bajo los títulos como Adiós al trauma de la guerra.