Puede que la escenografía que dibuja la pandemia no sea la más propicia para un estreno, pero, tras casi 20 años de andadura, Pánico Escénico ni quiere ni puede parar. Por eso, este domingo Hasta los tacones se hace realidad. "Estamos de los nervios y con la tensión por las nubes" sonríen Mertxe Hernández y Arantxa López de Letona. De momento, saben que las tablas del centro cívico Zabalgana no tienen ni un solo hueco libre para compartir la cita. De hecho, las entradas volaron en un suspiro. "A nosotras nos hace gracia lo que hemos creado, pero, claro, hay que ver la reacción del público". Llega la hora de la verdad. Y de las verdades. Y del humor.

Al fin y al cabo, ahí está la marca de la casa del grupo gasteiztarra, en esa fórmula que, sobre distintas temáticas, pone en conversación a la risa y a la reflexión. En ello llevan casi 20 años -en 2022 se alcanzará esa cifra redonda- y han llegado a un momento en el que "sabemos lo que quiere una u otra sin necesidad de hablarnos; estamos muy compenetradas y a veces con una mirada, ya vale". Una compenetración muy necesaria para un dúo en el que las dos crean, dirigen, interpretan y se encargan de todas las facetas de su trabajo, que se traduce no solo en la realización de espectáculos sino también de talleres creativos, charlas participativas, animaciones risoterapéuticas y un largo etcétera de propuestas.

Lo que ahora reclama toda su atención es un Hasta los tacones que tras su estreno de este domingo, el próximo día 26 se podrá ver también en el Beñat Etxepare en el marco de la primera edición del festival del humor Komedialdia. En junio ya están cerradas las actuaciones en Nanclares de la Oca y Adana (12 y 13 respectivamente), aunque a buen seguro se irán sumando más fechas en breve. "Tal vez lo lógico hubiera sido esperar pero el estreno llega porque toca, porque teníamos que sacar algo nuevo, porque a veces vas creando, surge y ves que es el momento. Además, con toda esta historia que nos está ocurriendo hemos tenido algo más de tiempo para crear y ensayar".

Con todo, actuar en pandemia está siendo "muy diferente", sobre todo para un grupo que suele trabajar con el público muy cerca. "Últimamente, sobre todo en centros de mayores, hemos estado haciendo representaciones para un aforo máximo de diez personas. Claro, al principio se te hace extraño. Es verdad que al público también le cuesta un poco más entrar en las obras, aunque cuando lo hacen, todo está siendo maravilloso. De hecho, lo que nos anima a seguir es que cuando terminamos de actuar vemos la necesidad que tiene la gente de reír, de divertirse y pasar un buen rato. Terminamos un espectáculo y viene la gente a agradecerte muchísimo que estés allí y que actúes".

A buen seguro, así sucederá también este fin de semana tras la presentación de Hasta los tacones, donde el público asistente se va a encontrar "a dos mujeres que están hartitas de todo. Van tocando diferentes temas para decir que están hasta los tacones de esto, de lo otro y de lo otro. Todo con mucho humor y verdades como puños porque también queremos que la gente sea consciente de las cosas y reflexione". Según López de Letona y Hernández, "igual es la obra, por decirlo de alguna manera, más reivindicativa desde una perspectiva femenina", un montaje en el que el grupo aborda, además, un tema "que teníamos pendiente", la violencia de género. "No encontrábamos la fórmula de tratarlo desde el humor. Ha sido un proceso complicado pero creemos que hemos conseguido darle un poco la vuelta". Será una de las cuestiones que estará sobre el escenario, como el racismo o la igualdad, "todo desde un punto de vista femenino pero que nos incluye a toda la sociedad; hablamos de reivindicaciones sociales comunes, que aquí tenemos que espabilar todas, todos y todes" subrayan con una sonrisa. El domingo será el momento del público. "Un estreno siempre es complicado, pero el día que no nos pongamos nerviosas, no estaremos a gusto".

Temas como la violencia de género, el racismo y la igualdad, vistos desde un punto de vista femenino, dan forma al montaje

Tras la presentación, la obra formará parte de Komedialdia y, en junio, podrá verse también en Nanclares de la Oca y Adana