El retrato se anima. El cuadro es doble. Se asemeja a una ficha policial. De frente y de perfil. Las dos imágenes son iguales. Bueno, no. Tienen el mismo protagonista, eso mejor. Kloy Mc habla sobre la integridad, sobre que no todo tiene un precio, tampoco en la música. “Me valen más las causas que las cosas”. Aunque eso signifique perder oportunidades de llenar la cartera. Mea culpa. Pero es que “prefiero mirarme en el espejo y ver el reflejo que quiero”. Es fácil de decir. Muy complicado de hacer. Y, sin embargo, es la línea que el gasteiztarra apuesta por mantener, como se propuso cuando empezó. Por eso mientras reconoce “con una sonrisa” sus faltas, las dos imágenes que aparecen en pantalla no paran ni un segundo de mostrar al mismo creador de infinitas formas posibles.

El resultado final es un vídeo en plena cuenta atrás para empezar a compartirse. Será este sábado al mediodía cuando, a través de Youtube, el trabajo firmado por Beñat Fontaneda inicie su camino. Detrás, mes y medio de labor, once horas de grabación en un mismo día, más de 180 minutos de contenido para hacer posible 173 segundos de clip, y una transformación física del rapero gasteiztarra digna de conocer. “Es una pequeña barbaridad muy agradable de ver”, dice con una sonrisa el realizador vitoriano. En realidad es mucho más. “Ni gente que funciona con unos determinados presupuestos en Euskadi se pega esta currada”, apunta el músico.

Desde la amistad que les une, la idea de colaborar estaba sobre la mesa desde hacía tiempo. “Siempre hemos querido hacer algo creativo y libre”, dice Kloy. Pero sabiendo que los vídeos “no tienen que ser protagonistas, tienen que apoyar a las canciones” añade Fontaneda. Y si bien el músico tenía claro que Mea culpa debía ser el tema que les juntase, era el realizador quien de forma más clara veía la idea sobre la que se sustenta el resultado final. Por eso ha sido clave la confianza entre ambos. “Yo me he dejado hacer, he sido un muñeco total”, comenta el rapero. “Tiene una capacidad actoral y una planta frente a la cámara que es impresionante”, asegura el director.

Ambos reconocen que el proceso “ha sido muy bestia”. Solo toda la parte de preparación llevó lo suyo. Ir a la grabación -que se llevó a cabo en el Hala Bideo de Hala Bedi- con todo atado hasta el más mínimo detalle fue fundamental. Y tanto en esa previa como durante el rodaje fue básico el trabajo de Iñigo P. Picazo (director de fotografía), Garbi Manos y Tijeras (maquillaje y peluquería), David P. Cejuela (camarógrafo) y Stuart MacDonald (foto fija). Claro que la postproducción y, de manera específica, el montaje de las imágenes fue una aventura en sí mismo. “Cada 10 segundos de vídeo supusieron de dos a tres días de labor en el estudio. Fue muchísimo trabajo pero también muchísimo disfrute y aprendizaje”, recuerda el realizador, que en todo el proceso tuvo claro que “lo que no queríamos era saturar”.

Si no hubiera sido por la pandemia -también presente en el clip a través de las ya perennes mascarillas-, la presentación del resultado final hubiera sido en un acto festivo, con música en directo y buena compañía. Pero las circunstancias no son las propicias. Así que, después de tantos esfuerzos, a partir de este sábado a las 12.00 horas, todo estará en manos del público, de terceros, de la ventana virtual. “Tiene muchos matices y mucha información. Requiere verlo varias veces y aún así te vas a perder cosas”. Ahí está también lo interesante, sobre todo porque en ese retrato animado con dos partes, en esa ficha policial, la mirada tiende a fijarse en la cara que observa de frente, “pero en la imagen de perfil hay muchos significados y juegos”.

Eso sí, los dos prefieren no pensar mucho en qué pasará a partir de ahora. En un panorama musical en el que está en funcionamiento todo el rato “la fábrica de rosquillas donde el contenido es lo de menos”, como dice Kloy, “yo ya no espero ni a nada ni a nadie”. “Desde Vitoria hemos generado un vídeoclip que es muy especial y a partir de ahí, que la gente lo vea. Para nosotros, lo bonito es haber construido esto” explica Fontaneda.