- Zagreb tiene desde esta semana su primer selfieroom público, donde los aficionados a las fotos de telefonía móvil pueden sacarse autorretratos ante diferentes fondos para subirlos a las redes sociales. Este pequeño local en el centro de la capital croata ofrece ocho escenarios diferentes, como un vuelo comercial, una típica cabina telefónica de Londres o una bañera llena de billetes. Las parejas de enamorados probablemente se sacarán más fotos abrazadas en un romántico jardín de flores o subiendo una escalera que lleva a las nubes, mientras los niños seguramente preferirán selfis hechos en un cuarto lleno de juguetes que ofrece el local.

"Tenemos ocho escenas con buenos fondos, donde la gente puede divertirse. En este tiempo de pandemia hay pocas ocasiones para maquillarse y divertirse, reír... y tener unos bonitos recuerdos", explicó a Efe la propietaria del selfieroom, Kruna Josimovic. Aseguró que personas de todas las edades han expresado interés en visitar el local. "Vienen novios, esposos, familias enteras, madres con hijas, grupos de adolescentes... Ya tenemos reservas para fotos de bodas, mientras artistas jóvenes quieren hacer aquí sus primeros vídeos musicales", agregó. Las entradas al primer selfieroom de Croacia cuestan 50 kunas (unos 7 euros u 8 dólares al cambio actual) por hora y por persona. Debido a las medidas de precaución por la pandemia del coronavirus, el número máximo de personas por cada grupo es de siete.

La idea no es nueva y tiene incluso variaciones desde hace tres años como un gimnasio de Nueva Zelanda que creó una habitación para selfis con grandes espejos y una iluminación especial que resalta los músculos del cuerpo. Hacerse una foto delante del espejo del gimnasio y subirla a Instagram se ha convertido en un ritual para miles de personas.