“La vida tiene la delicadeza de las flores”

“La vida a veces tiene la delicadeza de las flores: su carne son los pétalos con su obligado color y se hace el milagro; te acercas y cómo huelen. Color, aroma y forma, un ser vivo. Y eso es lo que el hombre recibe en la tierra de la mano de Dios. Desde Elca, feliz día del buen libro”, escribió el poeta en un mensaje enviado a sus amistades y a las numerosas personas que le han trasladado su felicitación tras obtener el pasado otoño el Cervantes que ayer, en unas circunstancias normales, tenía que haber recibido de manera oficial y protocolaria.

El texto está acompañado de una fotografía en la que aparece una imagen del manuscrito de su poema El último viaje, sobre el que hay depositada una rosa roja con la que el escritor quiso sumarse también a la celebración del Día del Libro.

Brines no pudo acudir por su estado de salud y por la pandemia al acto de entrega del premio Cervantes, que se celebra cada año, coincidiendo con el Día del Libro, en la sede del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares (Madrid), la ciudad natal de Miguel de Cervantes. Fuentes del entorno del poeta señalaron que el escritor se encuentra “estable” dentro de su delicado estado de salud, y ha estado siguiendo con “emoción” todas las informaciones sobre el acto al que habría querido asistir.

El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, anunció ayer que acudirá próximamente a entregar el premio al poeta a “su Oliva natal”, en una fecha todavía por concretar, a la espera de la evolución del estado de salud del escritor.

Brines, de 89 años, es uno de los pocos poetas supervivientes de la Generación de los 50. Ya cuenta con otros premios como el Nacional de Literatura, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Internacional de Poesía Federico García Lorca y el Nacional de la Crítica. Es, como apunta el jurado del Cervantes, un poeta intimista y “entrañable”, uno de los maestros de la poesía actual, cuyo magisterio es reconocido por todas las generaciones que le han sucedido.

Académico de la Real Academia Española, a lo largo de su trayectoria ha compatibilizado su producción poética con su labor como profesor universitario. Fue lector de literatura española en la Universidad de Cambridge y profesor de español en la Universidad de Oxford. Su poesía se caracteriza por el tono melancólico de sus versos. Oscila entre la glosa de su tierra natal y el cuidado de la belleza de sus versos. El tema capital de su producción es el paso del tiempo, la decadencia de todo lo vivo, la degradada condición del ser humano sometido a sus limitaciones. Todo eso es lo que viene a reconocer el Cervantes.