- La película Volver o las series Narcos y Mrs. América son algunos títulos que han definido la carrera de la diseñadora de vestuario Bina Daigeler, candidata al Oscar por Mulán, a quien le gusta trabajar al dictado de su intuición y con prendas bien hechas. De origen alemán, afincada en Madrid desde los años 80, en plena movida madrileña, aseguró a Efe que esta primera nominación al Oscar "ya es un premio", algo que nunca imaginó pero con lo que sí fantaseó hace más de treinta años. "El otro día una amiga me recordó que una noche me despedí diciendo: Me voy a casa que tengo que hacer hueco para mi Oscar", recuerda entre risas. Una fantasía que quizá se haga realidad el domingo en Los Ángeles. "Es importante estar en el momento y proyecto adecuado, he tenido suerte de hacer esta película junto a la directora Niki Caro", reconoce.

Admite que trabaja al dictado de su intuición: "Intento comprender las cosas al instante, sin entrar mucho en el razonamiento y así entender el guion y también al director", explica Daigeler, que ha trabajado en películas como Pasos de baile (2002), de John Malkovich; en La fiesta del chivo (2005), de Luis Llosa, o en El camino de los ingleses (2006), de Antonio Banderas. Tras documentarse y visitar los museos de Europa con un espacio dedicado a China, además de viajar al país y empaparse de su cultura, eligió la Dinastía Tang para crear el vestuario de Mulán (2020). "Como si fuera una receta de cocina, tomé los mismos ingredientes, mi intuición y mi estilo creativo e hice el plato".

Una receta para la que ha tenido muy en cuenta las texturas, la fantasía, el colorido y la simbología china que ha trabajado con respeto y rigor en prendas que abrazan por igual la tradición y lo contemporáneo. "Era importante que fuera actual para llegar a la audiencia", precisa. Es una película "épica, emocionante, mágica y con energía positiva", en la que una joven guerrera china se hace pasar por un hombre para unirse al ejército del emperador y salvar a su padre. Una nueva versión del éxito de animación de Disney de 1998. "Habla de la emancipación y los derechos de la mujer. No es una princesa Disney, es una guerrera Disney", advierte Daigeler, que se ha ocupado de dar un aire fresco al vestuario. "A Mulán le imitarán las jóvenes que quieren ser guerreras", agrega. "El guion es la base de mi trabajo y tengo que entender lo que quiere contar el director", dice esta vestuarista que es muy exigente con la costura. "Me gustan las prendas bien hechas, que sienten bien".

Reconoce que el vestuario ayuda muchísimo al actor a encontrar su personaje. La mayoría de las veces son los de vestuario los primeros que le ven cuando le hacen las pruebas, "lenguaje visual que transmitimos al director". Pero no le gusta que el vestuario llame la atención en las películas porque considera que lo más importante es que el espectador mire la cara del actor. "El vestuario acompaña al conjunto de la película", dice Daigeler, partidaria del "menos es más". Prefiere que se vea al personaje y es muy exigente con las prendas bien hechas, que sienten bien, "lo poco o mucho que aparezca en la película debe estar perfecto". Mientras espera a ver si el Oscar soñado acaba en sus manos, dice que "un sueño" que sí ha hecho realidad es trabajar para Almodóvar en Todo sobre mi madre y Volver. Además es responsable de los trajes de Cate Blanchett en Mrs. America (2020), serie dirigida por Dahvi Waller. "Vestir a Cate siempre es fantástico, nos entendemos". Para Tilda Swinton ha creado prendas para Solo los amantes sobreviven (2013), de Jim Jarmusch. "El estilo de Tilda impone", afirma.

A la espera de la gala del domingo, ya tiene un "emocionante" proyecto: 1899, una serie de época para Netflix de los creadores de Dark.