ecuerda aquellas tardes cuando era pequeña. En la televisión, aunque a ella no le apeteciera, había que ver el western de turno que quería su padre. Esas mismas "pelis de indios y vaqueros" que en los tiempos en los que no existían más que un par de canales, tocaban sí o sí. Tiene en la retina esa imagen del caballo que se encabritaba en plena contienda para caer sometido, herido o muerto. Esa figura, ese instante, ese momento está en el punto de partida de la nueva propuesta artística que devuelve a Montehermoso a la artista Zuhar Iruretagoiena.

Parece mentira pero hay que irse a 2009. Aquel verano, compartiendo espacio con Alain M. Urrutia, la creadora zarautztarra fue seleccionada por el centro cultural gasteiztarra y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco para formar parte del programa de apoyo a artistas en proceso de profesionalización Next. Hoy ella es profesora en el departamento de Arte y Tecnología de la misma institución en la que formó. Y vuelve a Montehermoso pero con una propuesta bien diferente. "Por supuesto veo la evolución pero también creo que de entonces a ahora si hay cuestiones que permanecen. Sobre todo ese interés que tengo por el mecanismo interno de los discursos, por cómo funcionan y se construyen", por esas "pequeñas decisiones" que se adoptan sin aparente importancia pero que modifican y amoldan lo que se quiere transmitir.

Eso mismo es lo que está en la base de Si cae caballo, cae imagen, la exposición que devuelve a la artista a lo alto de la colina. Lo hace hasta el próximo 20 de junio en el marco, esta vez, de la convocatoria anual Proyectos Artísticos para el apoyo de creadores locales. Es la mencionada imagen del caballo de aquellos filmes del oeste, la que le sirve a la creadora para mirar de cerca a la representación que esos filmes solían, y suelen, proyectar sobre los animales, el paisaje y la mujer. Nada es inocente. Todo tiene su razón y su propósito. Por eso aquí se experimenta y analiza "cómo se construye la representación del animal, el paisaje y la mujer como objetos que hay que doblegar y someter".

Como explican desde el centro cultural, "la propuesta propone tomar posición de estos elementos representacionales que construyen nuestro imaginario colectivo para desde la praxis y desde el crear un campo de experimentación propia de las artes plásticas, conseguir subvertir este punto de vista, liberando, tanto a las representaciones de la mujer, el caballo y el paisaje, de este estatus objetual".

El proyecto, aborda desde el vídeo, la escultura y la fotografía, "este querer hacer, querer ser la cosa en sí, más que proyectar su imagen. Es por ello, que, el resultado plantea un territorio abierto a las interpretaciones donde se proponen grupos o sistemas que tratan de erigirse como cadenas de construcción de sentido propio". A ello se unen una serie de obras textiles que no forman parte de la propuesta pero que la artista ha decidido sumar por su temática, que tiene que ver con la mujer y el trabajo. "Me parecía interesante relacionar los proyectos", apunta Iruretagoiena a la hora de presentar la segunda de las propuestas seleccionadas en la actual edición de Proyectos Artísticos.