- La amistad inesperada entre una mujer que vive en la calle (Catherine Frot) y un niño burkinés de 8 años que ha perdido a su madre es la médula espinal de Bajo las estrellas de París, una película de Claus Drexel que llega mañana a los cines y que da un aire de cuento de hadas al drama de los sin techo en París. “Quería hacer una película bonita, con imágenes bonitas, porque lo real apesta y los sin techo o los inmigrantes también tienen derecho a ser filmados de forma bella”, razona el cineasta.