Le gusta la naturaleza y traslada esa pasión a La mensajera del bosque, su última historia, donde ha convertido a la naturaleza en un personaje de carne y hueso dentro un mundo de suspense. Deja claro que lo que le atrae y le fascina es el thriller, género presente en todos sus libros. Maite R. Ochotorena es una mujer divertida y luchadora que no escatima esfuerzos para estar cerca de sus lectores y que cree en sus posibilidades como escritora, aunque sea cogiendo, como hizo cuando aún la suerte no le sonreía, un carro de la compra y lanzándose a vender sus historias por peluquerías, tiendas y bares. Ahora su situación es diferente, porque es una de las grandes apuestas de un gran grupo editorial como es Planeta para 2021.

¿Quién es La mensajera del bosque

Sin ninguna duda, la naturaleza. En esta novela quería plasmar en papel una sensación que tenía, lo que está ocurriendo a nuestro alrededor con el cambio climático. Hay que recordar todos los incendios que sufrimos en 2019. Tenía que sacar todas las impresiones que llevaba dentro sobre la naturaleza y pensé que la mejor manera de que nos sintiéramos identificados con ella era convertirla en personaje, un personaje de carne y hueso.

Pues tiene que ser difícil convertir a la naturaleza en un personaje de carne y hueso y darle categoría casi humana...

Nos sentimos más identificados cuando hablamos de una persona y no solo de bosques y de montañas. Sí que es muy bonito, y una persona nos toca más de cerca el corazón, pero he creído que de esta forma resultaría toda la trama más interesante para los lectores.

Ha hecho de la naturaleza la protagonista de un thriller

Ella se despierta en un lugar desconocido y con el cuerpo cubierto de cicatrices. A su lado hay una nota de su hermano que le pide que no salga ni se encuentre con nadie. Su identidad y todo lo que ocurre en la ciudad están volviendo locas a las autoridades. No saben cómo afrontar los misterios de lo que está ocurriendo. La mensajera del bosque es un thriller de suspense que cuenta con elementos de otros géneros, pero sobre todo es thriller. Es la propia naturaleza la que aparece en las tramas de la investigación policial.

¿Qué tiene que ver esta historia con las anteriores que ha escrito?

Nada, esta es otra historia, es una novela independiente. Lo que tiene en común con las otras es el género, el thriller de suspense. Me siento muy cómoda en ese espacio. Pienso que este libro es un paso adelante respecto a los otros porque tiene elementos que la hacen muy especial. Es una novela tremenda, grande, y con acontecimientos brutales que pueden sorprender al lector de principio a fin.

Se formó como guionista de cine y televisión, pero...

Luego no me dediqué a ello en absoluto, sino que entré a trabajar en el mundo de los videojuegos, un mundo que me pareció apasionante. Fui grafista, aprendí a moverme en 3D, a diseñar videojuegos, e hice también guiones. Fue una etapa muy creativa.

¿No le tentaron ni el cine ni la televisión?

Nunca dejé de escribir, y si estudié Guion fue porque era lo que más se acercaba a lo que yo quería: escribir novelas. Era mi forma de contar historias.

¿Se pueden contar buenas historias a través de los videojuegos?

Es una fórmula más para meterte en un mundo de ficción. Estoy segura y convencida de que es un medio increíble para contar todo tipo de argumentos. Para mí, los videojuegos fueron el paso que daba cada día para acercarme a lo que quería, escribir libros. Durante muchos años no me atreví a dar el paso definitivo que me pusiera frente a frente con una novela, con una historia en papel.

¿Y cuándo se rindió a la pasión de su vida?

En 2014. Llegó un momento en el que dije: Se acabó, tienes que apostar por lo que realmente quieres. Si no, iba a estar con 80 años arrepintiéndome de lo que no hice. Llevaba cuatro años como comercial. Publiqué mi primer libro, El secreto de la Belle Nuit, con una editorial pequeñita de Barcelona que cerró. Tenía unos quinientos ejemplares y con ellos llené el carro de la compra y me fui a venderlos.

¿Por su cuenta?

Sí, claro. Pensé: Si durante cuatro años he vendido cámaras de seguridad, seguro que seré capaz de vender mi libro a la gente y darme a conocer. Así empezó mi trayectoria. Fue un viaje precioso. Con mi carro de he visitado todo el País Vasco, Navarra, La Rioja, Burgos, incluso Madrid€

Un viaje precioso, sí, pero ¿duro?

Fue más precioso que duro. Yo iba tienda por tienda, entraba en cualquier negocio. Me daba igual a una tienda de ropa que una peluquería, lo que fuera. Me presentaba diciendo: Hola. Soy Maite, soy escritora, tengo aquí mi novela y la estoy dando a conocer.

¿Y vendió todos?

¡Vaya que sí! Y también una edición más que hice. En las siguientes novelas la gente incluso ya me esperaba para que fuera a llevarle una nueva historia. Fue una manera de empezar, de ganar lectores que hoy son fieles. Cuando ahora lo comento en las redes, esos lectores afloran por aquí y por allá y me dicen que estuve con ellos hace seis años, que estuve en un bar y que se leyeron el libro que les vendí. Increíble pero cierto. Ahora me van siguiendo con cada novela que publico.

Sus historias de papel también se han convertido en digitales.

Amazon fue para mí una ventana más para perseguir de otra forma a mis lectores. En la plataforma he ido publicando todas las novelas, hasta llegar a estos momentos que estoy hablando contigo, porque he publicado La mensajera del bosque con Planeta. El viaje ha sido largo si quieres decirlo así, pero entretenido y precioso. Nunca me arrepentiré del día en que decidí escribir y cumplir con todo lo que había soñado.

La venta a puerta fría, la que usted hizo con su primera novela, no es oficio para gente tímida.

Pues diré que en mi caso es todo lo contrario, y aunque no lo parezca, soy muy tímida.

Ha sido comercial y hablando tiene desparpajo.

Por pura necesidad. Cuando empecé a trabajar en ese campo lo hice porque lo necesitaba. Había pasado una etapa muy dura en mi vida. Trabajar de comercial fue algo que jamás creí que fuera a hacer. Me di cuenta de que cuando la necesidad aprieta sacas el coraje de donde sea. En esos cuatro años que trabajé en ventas superé mi timidez, conseguí vencerla. Y luego me planté delante de la gente a vender mi libro. Fue una gran experiencia y el principio de un viaje que ha llegado hasta La mensajera del bosque. Imagínatelo, ir con el carro de la compra convenciendo a la gente para que compre tu historia. ¿Surrealista?

Una forma curiosa y arriesgada de darse a conocer. ¿Es usted muy osada?

Para nada, pero es cierto que era una especie de riesgo muy interesante y también necesario. Cada día era diferente y no sabía con quién me iba a encontrar ni cómo iba a responder la gente a la que le ofrecía un libro, porque no todo el mundo está dispuesto a escuchar ni comprende por qué lo estás haciendo. Pero diré que la mayoría de la gente se mostró muy receptiva, muy empática, comprendía lo que estaba haciendo, y le parecía muy ilusionante. Esta experiencia fue toda una sorpresa. Siempre estaré eternamente agradecida a esos primeros lectores que me dieron el sí y compraron el libro.

¿Puede vivir con holgura de sus historias ahora que publica en Planeta y en Amazon?

Tanto como con holgura, no sé qué decir, pero he vendido muy bien en Amazon y he vivido de ello. Se puede conseguir y veremos a partir de ahora con la publicación en Planeta cómo discurren las cosas. Para poder vivir de esto hay que tener perseverancia. No es fácil, más bien un camino muy difícil. Hay que tener en cuenta la cantidad de oferta que hay. Fíjate la cantidad de autores que publican cada día en la plataforma, y destacar en ese maremágnum de títulos no es un tarea sencilla.

Cuando publica con una editorial al uso hay por detrás equipos de marketing, de prensa, editores€ ¿En una plataforma digital de libros hay infraestructura de apoyo?

No. Eres tú sola y tienes que hacer uso de las redes para darte a conocer. Somos muchos los que publicamos y no es tarea fácil, pero se puede conseguir con perseverancia y si tienes muy claro tu objetivo lo puedes alcanzar. Sobre todo tienes que plantearte una cosa: disfrutar por el camino. Independientemente de cuántos lectores tengas, ya estás haciendo lo que quieres y tu sueño está haciéndose realidad. Ya has andado una parte del camino.

Estará pensando en su próxima historia...

Sí, pero no lo puedo contar. Será suspense, un thriller. Es que no puedo evitar este género. Sí que voy a hacer algunos cambios. En mis novelas las protagonistas han sido mayoritariamente femeninas, pero en el nuevo proyecto y por primera vez, quien lleve la voz cantante va a ser un personaje masculino. Va a ser un reto y voy a ver qué tal se me da meterme en un universo diferente al mío.

Está de moda que las historias escritas se conviertan en audiovisuales. ¿Ve la posibilidad de que alguno de sus libros se convierta en cine o televisión?

Las tramas que cuento se prestan a ello. La mensajera del bosque, sin ir más lejos, es muy visual. Quizá es una proyección de mi formación como guionista y de haber pasado por etapas muy creativas. Creo que mis novelas en general son visuales y rítmicas, pero lo primero es que este libro se abra camino entre los lectores y que lo disfruten. Después ya llegarán otras posibilidades, pero ahora voy a disfrutar del momento que estoy viviendo.

¿Cómo es el mundo del videojuego?

Apasionante. Hasta hace muy poco no era consciente de que fui la primera mujer trabajando en este universo, porque es un mundo esencialmente masculino. Mientras estaba trabajando en él no me di cuenta de ello. Yo era una más. Es un ámbito fascinante en el que puedes desarrollar tu creatividad hasta máximos insospechados. Ponte en el lugar del jugador y verás que no sigue una línea recta. Con cada gesto, con cada acción, desarrolla mil posibilidades. Esas posibilidades las tienes que tener en cuenta como creativa. Y eso te obliga a abrir tu mente de una forma muy enriquecedora.

¿Es usted muy jugadora?

Lo he sido. Para crear historias en el mundo del videojuego tienes que ser jugadora. Ahora ya no lo soy, pero porque estoy volcada en otros temas. Sobre todo me gustaba jugar con aquello que supusiera una aventura y aportara algo en mi vida. En mi trabajo siempre apostamos por crear historias que tuvieran fondo.

Dice que el mundo del videojuego era muy masculino, y sin embargo es un universo relativamente joven.

No sabría decirte por qué y es cierto que sorprende porque, tú lo dices, es un mundo joven aún. Dentro de los juegos están la parte informática y la parte grafista. Empecé con 22 años, ahora tengo 50, y ya digo que en aquellos años no había muchas mujeres que se decidieran por ser informáticas.

¿Y en la parte gráfica?

Lo mismo. No había mujeres. Visto en perspectiva es difícil saber por qué. ¿Quizá porque estaba establecido que ese rol no era el nuestro en ese momento? Pues no lo sé...

PERSONAL

Edad: 50 años.

Lugar de nacimiento: Donostia.

Formación: Estudió Guion de Cine y Televisión.

Inicios: Durante muchos años fue grafista y creadora de historias para el sector de videojuegos. Tras quedar fuera de este universo, se convirtió en comercial de sistemas de seguridad.

Trayectoria literaria: Nunca quiso abandonar su pasión por escribir y en 2014 decidió dar el salto al mundo editorial. Su primera historia, El secreto de la Belle Nuit, tuvo un curioso recorrido. Fue editada por una pequeña editorial que quebró. Ni corta ni perezosa, metió los libros que tenía, unos quinientos, en un carrito de la compra y lo comenzó a distribuir de forma directa. Después llegaron otros títulos como La sombra de Fourneau, desenlace del anterior. El destino de Ana H. Murria, Donde habita el miedo, Victory, en algún lugar desconocido y la saga Valentine I, II y III. El último título es La mensajera del bosque.