Después de cumplir una larga condena en la cárcel por un crimen que no cometió, un hombre buscará venganza. Mientras eso sucede, temas como la corrupción, la trata de blancas y la homofobia se tejen en la trama de la serie mexicana ¿Quién mató a Sara? Es una apuesta de Netflix México que ha llegado a 190 países y que se convierte en la primera serie latina en ser traducida a ocho idiomas.

"Los personajes están tan bien escritos y llenos de vértices que van a mostrar como un espejo cosas nuestras que no queremos ver", dice el actor Ginés García. Interpreta a César Lazcano, patriarca de una familia de alcurnia en México y el villano más oscuro de la serie que "aunque parezca mentira, podrá llegar a ser más cruel, más despiadado y deleznable", asegura. La serie de suspense, protagonizada por el colombiano Manolo Cardona, fue creada por el escritor chileno José Ignacio Valenzuela. Cardona describe la trama como un suspense clásico "al estilo de Agatha Christie". Da vida a Álex, un hombre que en su juventud tiene que pagar injustamente por el asesinato de su hermana Sara y que, con la venganza como motor, busca derrumbar la imagen de familia perfecta de los Lazcano.

"La serie toca muchísimos tabúes para los países latinoamericanos", celebra Cardona. Entre esos temas tratan con naturalidad la homosexualidad y los vientres de alquiler. "Las plataformas no solo han cambiado la forma de ver la televisión sino los géneros, se han dado licencias creativas de guión y esta serie es un gran paso para que la gente se acostumbre a ver otro tipo de historias", dice Cardona. ¿Quién mató a Sara? ha sido para la mayoría de sus actores un reto. Para algunos significó un cambio radical en su trayectoria, mientras que para otros fue una angustiosa pero satisfactoria construcción creativa. "Nunca había interpretado a un personaje así. Mis personajes casi siempre se inclinaban al mismo estereotipo, y con Chema rompo eso", dice Eugenio Siller sobre su personaje, el hijo más noble de César y Mariana Lazcano.

Para Alejandro Nones interpretar a Rodolfo, un hombre reprimido y lastimado psicológicamente por su padre, fue un poco más tortuoso. Asegura que siempre pone gran énfasis en el trabajo previo de cada personaje y este era muy complejo. "La noche antes de empezar a rodar estaba sumamente nervioso e inseguro", confiesa. Por su parte, Claudia Ramírez vivió como "un placer culpable" a Mariana, la matriarca y también villana de la familia, pues al ser presentada en "gotitas" se da a conocer como una mujer misteriosa, compleja y difícil de leer. Por último, Carolina Miranda interpreta a la única mujer feminista de la historia, Elisa, la hermana pequeña de los Lazcano que era muy joven para recordar la tragedia familiar. "Está estudiando Neurocirugía en el extranjero y vuelve a México para darse cuenta de que las personas con las que creció son unos criminales. Intentará descubrir qué fue lo que pasó y buscará justicia", apunta.