- Cuando hace dos años y medio el artista catalán Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) aceptó el encargo del Museo de Bellas Artes de Bilbao para desarrollar un trabajo sobre la ciudad era imposible vaticinar el protagonismo involuntario que cobrarían las calles vacías debido al confinamiento obligatorio por la pandemia. La muestra, que combina varios trabajos audiovisuales, es una suma de interpretaciones y colaboraciones -participan el arquitecto Iñaki Uriarte o los bertsolaris Oihana Bartra y Arkaitz Estiballes, entre otros- que busca reflexionar sobre el espacio público y la arquitectura en la villa. La exposición Muntadas. La ciudad vacía se enmarca dentro del programa de Videoarte y Creación Digital que la pinacoteca bilbaína y la Fundación BBVA promueven. Podrá verse en las salas 32 y 33 hasta el próximo 5 de septiembre.

Según relató el propio artista ayer, “el proyecto es una suma de interpretaciones”, algo que siempre le ha interesado mucho. Siendo de fuera, pensó que era difícil mostrar una única percepción de Bilbao, por lo que buscó colaboradores. “Siempre me ha interesado la interpretación. Las cosas no se ven solo de una manera, las vemos en diferentes momentos, situaciones. La percepción de cada persona es diversa”, explicó sobre la concepción de Muntadas. La ciudad vacía, que es el título general del proyecto, comisariado por Guadalupe Echevarría, que aglutina tres trabajos principales en los que la ría actúa como hilo conductor de las diferentes visiones que el artista ofrece de Bilbao, junto a citas de Walter Benjamin que son un “contrapunto” de las imágenes.

“La ría fue un fenómeno que me hizo declinar otros aspectos de la ciudad a destacar”, reconoció Muntadas, quien explicó que igual que en Chicago o Budapest, ciudades en las que ha trabajado, navegar por la ría es la mejor forma de entender la ciudad. “Es como un gran travelling, un devenir que te hace descubrir no solo la arquitectura y la planificación urbana, sino los estatus sociales, las construcciones en las que se yuxtapone la industria y la parte de la nueva arquitectura”, apuntó. El artista consideró importante también señalar que, sobre todo, desde 1996, “hay una nueva arquitectura que es un valor añadido, con premios Pritzker que contribuyen a dar otra visión”.

En la instalación Vacuum / Plenum, se muestra el recorrido en barco por la ría realizado por Muntadas. En esa exhibición de grandes infraestructuras, el artista imaginó lo que sería mostrar la ciudad sin las grandes construcciones habitadas. Curiosamente, en ese lapso de tiempo la ciudad se vació de verdad. “En marzo la ciudad empieza a verse vacía, y pensé que era importante crear unas imágenes que lo recogiesen”, explicó el artista sobre la grabaciones realizadas entre marzo y mayo, en blanco y negro y sin sonido. “Es una reflexión desde el punto de vista del esqueleto, la estructura ósea, de cómo las ciudades se forman”, indicó.

En contraposición, mientras hablaba con Guadalupe Echevarría sobre lo que bautizaron como “memoria anticipada”, pensaron que la ciudad se iba a volver a habitar. “Es lo que ha sucedido. Es una ciudad en la que la gente empieza a abrazar y la empieza a llenar”, asevera sobre las imágenes filmadas entre junio y octubre en las que mantuvo el color y el audio ambiental. “Son dos imágenes sincrónicas pero no las puedes ver una al lado de otra”, indicó sobre las grabaciones. Las imágenes recorren 22 tramos de la ría desde Zorrozaurre hasta el Ayuntamiento para mostrar Bilbao, considerada por Muntadas como “una ciudad de ciudades” en la que hay elementos que retrotraen a Berlín o París.

Este trabajo se complementa con On Translation: La Ría, donde se escucha una audioguía de Bilboats combinada con el relato de Iñaki Uriarte. “La guía me pareció muy motivante, pero debía haber otras lecturas e interpretaciones”, argumentó para justificar la participación del arquitecto que en numerosas ocasiones ha manifestado su discrepancia en relación a proyectos importantes. En el último trabajo, denominado Suntsiketa / Eraikuntza, Muntadas enfrenta imágenes históricas y actuales, planteando un recorrido por los puntos de inflexión, ruinas y nueva arquitectura. Para ello se apoya en los bertsos de Oihana Bartra y Arkaitz Estiballes. “Los bertsolaris dan la pauta oral con su interpretación creativa y totalmente improvisada a unos elementos que yo había dispuesto en este paseo”, reveló.