Con unas propuestas u otras, son varias las veces en las que Eñaut Elorrieta ha pisado las tablas del Principal. Al centenario edificio regresa este sábado dentro de la programación invernal de la Red de Teatros, aunque este concierto es diferente a todos los anteriores. La pandemia lo hace así. "En el primer concierto tras el confinamiento recuerdo que tenía algo de vértigo, pero la emoción y las ganas del público hicieron que esa sensación desapareciese rápido; ahora actúo con ganas de traspasar las mascarillas y lo que representan y estoy viviendo una energía muy emocionante cada vez que estoy junto a los espectadores".

Como viene siendo habitual en estos últimos tiempos, la actuación se producirá a las 19.00 horas para poder cumplir con el toque de queda y el límite que marca que a las nueve de la noche deben terminar todos los actos culturales. Eso sí, desde hace semanas están todas las entradas agotadas, algo habitual en las visitas de Elorrieta, aunque esta vez solo 400 personas van a poder disfrutar de su música.

A pesar de las circunstancias, el creador ha querido, en la medida de lo posible, recuperar la senda que se abrió tras la publicación en otoño de 2019 de su último trabajo en solitario, Irteera argiak. Como a tantos otros discos, la pandemia les pilló de lleno justo cuando estaban presentándose ante el público, haciendo su camino. El covid hizo que todo se paralizase, pero Elorrieta, después de tres años de labor con esta producción, no ha querido que su más reciente propuesta se quedase en el limbo. Por eso está recuperando la agenda y por ello acaba de editar hace pocas semanas el mismo título pero en vinilo.

Como bien indica el título del disco, este trabajo trata de hablar de esas necesarias luces para una situación de emergencia, de esas sombras que a veces intentan adueñarse de todo, de esa necesidad de seguir adelante pese a ellas. La muerte, la vida, el amor... "habla de temas sustanciales". Lo hacía antes de la pandemia y lo sigue haciendo ahora. "Seguramente el trabajo ha cobrado, en algunos sentidos, matices diferentes por lo que hemos vivido estos meses. Hay temas como Ezbeharra que han adquirido otro significado" tras lo acontecido desde marzo del año pasado, un tiempo "que nos ha puesto frente al espejo" y que "deberíamos aprovechar para revisarnos". Tal vez suceda. Ya se verá.

De momento, Elorrieta sigue por su camino, por esa senda que en solitario comenzó a principios de la pasada década y que ha venido a configurar un proyecto propio en el que, tampoco hay que negarlo, había quien no creía. Pero que hay vida más allá de Ken Zazpi es algo que el creador ha dejado más que patente. Y que el público le está acompañando en esa senda, también. Un tránsito en el que se han vuelto habituales nombres como los de los músicos que estarán este sábado junto a él sobre las tablas de la capital alavesa.