- La escuela punk-rock de Agurain y algo del rock urbano de Barricada impulsan a La Excavadora, grupo creado por Txiki, guitarrista de los Gatillazo de Evaristo, que también le ha incorporado a la reciente formación de La Polla Records. El quinteto, que se completa con miembros de Sumision City Blues o Childrain, acaba de debutar con un disco homónimo (Mauka) repleto de “punk fácil, sencillo y marcado por la experiencia”.

Ayer, cuando se presentaba en Bilborock el debut de La Excavadora, se cumplió un año de la primera reunión del quinteto, que además de Txiki integran otros dos Gatillazo, Angelillo (guitarra) y Buton (bajo), además de Mikel (batería) y el pletórico vocalista Pela, que ha pasado por Obligaciones, Sumision City Blues y Marky Ramone. “Txiki me enseñó las maquetas para que las pusiera voz. Hablamos de lo que era importante en una canción y ese primer día, todos juntos, ya salió el estribillo y alguna estrofa del single”, relata Pela.

Supergrupo punk de raíz alavesa, su debut incluye una docena de temas de punk-rock clásico, algo de hard rock y guiños al rock urbano. “Es punk-rock de la vieja escuela, práctico, fácil y sencillo. No nos volvemos locos intentando innovar”, según Txiki. “Se puede hablar de cierta escuela de Agurain”, explica Pela, para quien el punk “es ya cosas de vejetes, los jóvenes prefieren otras cosas, como el hip hop”. Según el vocalista, “el punk es una actitud, el sonido no tanto; se puede ser punk con un piano y, como decía un amigo, el más punk de todos ha sido Mikel Laboa, por rompedor”.

La Excavadora es un grupo curtido, lo que les hace sonar fieros y frescos pero muy compactos en su debut, que fue grabado el pasado septiembre en los estudios de Usurbil de Haritz Harreguy, “uno más del equipo”, según Pela. “Llevamos muchos discos a las espaldas, vamos a tiro fijo, sabiendo qué hacer. Es cierto que nos hemos metido muchas hostias, pero vamos aprendiendo”, según Txiki. “Ha sido fácil lograr llegar a un sonido debido a la experiencia”, según Buton. “Es un grado, sí, pero hay que demostrar tu valía cada día, aunque seas Iggy Pop”, explica el guitarrista.

El quinteto ansía llevar su repertorio al directo “allí donde nos dejen, aunque hoy subirse a un escenario parece ser un privilegio”, explican. El disco incluye las colaboraciones del guitarrista Arturo Ibañez, de Nuevo Catecismo Católico, y la voz de Sumé, guitarrista de La Polla Records, que “canta muy bien y es un macarra de los antiguos”. “El nombre del grupo proviene de un tema titulado igual que habla de un tipo desesperado de la vida que entra en una obra y se hace con una excavadora”, explica. “Lo curioso es que aquello que escribimos se volvió real después. ¡Igual nos culpan a nosotros!”. Las letras del quinteto hablan de calle, mentiras, ruina, miseria, sexo y violencia. “Todos mienten, el rock’n’roll también. A nosotros también nos gusta engañarnos”, según Angelillo. Para Pela, “de ella no se libra nadie, nos rodea, aunque hay diferentes categorías; las hay personales y sin importancia, y otras que perjudican a la gente”. Y concluyen: “A pesar de la sumisión total que existe y que somos realistas, defendemos que sí hay futuro. Ahí está Johnny Rotten ocupando dos asientos en los aviones. Queremos un futuro sin mascarillas, en el que tu arte implique a otras personas y generaciones”.