Cada balance de 2020 para el sector cultural es una nueva constatación del desastre que está causando desde el pasado mes de marzo la pandemia y las diferentes medidas adoptadas en torno a ella, a pesar de que los datos de contagios indican, y el País Vasco es un claro ejemplo de ello, que ni conciertos, ni representaciones escénicas, ni proyecciones u otros eventos suponen un problema, sobre todo gracias al esfuerzo que se está realizando en torno a la seguridad e higiene. Con todo, según los datos de Euskadiko Zine Aretoen Elkartea, las salas de cine de Álava bajaron un 71% su recaudación con respecto al ejercicio anterior. Es el porcentaje más alto de la comunidad puesto que Bizkaia y Gipuzkoa perdieron un 65% cada una.

En concreto, el territorio pasó de recaudar 4.760.576 euros en 2019 a 1.385.844 euros el año pasado. Es decir, por el camino se perdieron 3.374.731 euros. Cabe recordar que aunque los cines fueron de los últimos espacios en cerrar, las diferencias temporales con, por ejemplo, museos, fueron mínimas. Y, como el resto, no fue hasta finales de la primavera cuando pudieron recuperar su senda, aunque con aforos muy reducidos y aplicando estrictas normas de seguridad. En estos meses, además, ha habido cierres parciales, como el que los Yelmo vivieron el pasado otoño.

Así, si en 2019 estos espacios recibieron en Álava a 830.570 espectadores, según los registros de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi, la cifra cayó hasta los 255.460 en 2020, es decir, un 69% menos. En Gipuzkoa la caída fue del 65% y en Bizkaia del 66%.

Con estos datos, se ha entrado en un 2021 en el que a pesar de que están llegando muy buenas noticias para el sector audiovisual alavés, las nuevas restricciones de actividad que puede anunciar hoy el LABI han generado una gran preocupación en las salas de cine. De hecho, EZAE ha constatado entre sus socios que ante la posibilidad de establecer las 19.00 horas como límite para el desarrollo de cualquier actividad, más de una sala se verá abocada a tener que cerrar sus puertas.