Desde que se pusiera en marcha, Gazte Klik Klak ha sido el primer escaparate fundamental para no pocos jóvenes artistas gasteiztarras que han ido encontrando en el certamen una plataforma para aprender y darse a conocer, en algunos casos dando frutos tan interesantes como las trayectorias que hoy desarrollan nombres como los de Jon Gorospe, Jennifer Custodio, Estíbaliz Aguirre y Mel Arranz, entre otras personas. Una lista a la que ahora se suman Asier Corredera, Maitane Campos, María Fariñas y Liam McDonnell, ganadores de la duodécima edición del concurso fotográfico y audiovisual que impulsa el área de Juventud del Ayuntamiento de Gasteiz y que en esta ocasión se está desarrollando bajo la coordinación de ARTgia.

Es, de hecho, en su sede de la calle José Lejarreta donde desde ayer hasta el próximo 14 de febrero, tanto los cuatro proyectos distinguidos por el jurado como una selección de las propuestas finalistas se encuentran expuestas (en total, se han recibido 54 producciones). Todas ellas tienen en común la temática que esta vez ha guiado la primera parte del certamen, las cicatrices urbanas. “Ha sido un tema general y concreto al mismo tiempo y eso nos permitía muchas lecturas”, apunta Campos, quien en su Minimalism se aparta de su trabajo con el retrato para fijarse en aquello que en principio parece estar roto para jugar con ello desde un punto de vista estético.

Doble es la presencia de McDonnell en esta exposición, todo dentro del mismo proyecto. La parte fotográfica es la que ha sido elegida como finalista, mientras que es el vídeo el que le ha hecho ganador del certamen. Una y otra son el reflejo “de un estado emocional” y una invitación a la reflexión sobre la relación con lo urbano, con “la arquitectura, la estética y la publicidad impuestas”. En lo que respecta a Fariñas, la fotógrafa se sirve en Raíces muertas de sus propios progenitores para en una escenografía rota, fijar la mirada también en el mantenimiento de unos roles domésticos que siguen siendo una cicatriz en la sociedad actual. Junto a sus compañeros se encuentra Corredera, el más joven con 19 años, que presenta una vídeocreación en la que el pasado y presente de Vitoria le sirven para hablar de las promesas hechas en su momento y de la realidad final.

Desde ahora, el concurso entra en su segunda fase, en la que el premio de los ganadores consiste en poder llevar a cabo una exposición colectiva de carácter profesional pudiendo desarrollar sus proyectos de la mano de artistas de prestigio. De esta parte se van a encargar las dos comisarias de esta edición, Alazne Payueta y Sara Berasaluce, con la colaboración invitada de Yone Estívariz. Por cierto, que las dos últimas saben muy bien lo que es Gazte Klik Klak puesto que también lo ganaron. De su mano, el proceso artístico seguirá hasta mayo, cuando la muestra Tetrapack se abrirá en la sala Amárica.